Fundesem intenta parar la liquidación con una doble vía de viabilidad: Cámara o posgrados

ALICANTE. El concurso de acreedores al que se acogió la escuela de negocios alicantina Fundesem Business School (FBS) para tratar de frenar la reclamación (y el desahucio de su sede) del Ivace por 1,6 millones de euros, que suponían prácticamente su liquidación, empieza a complicarse. El administrador concursal, la consultora vasca PKF Attest Concursal, presentó ante el juez de lo Mercantil 1 de Alicante, que instruye el procedimiento, un escrito solicitando que se abriese directamente la fase de liquidación. El escrito llegó en los últimos días hábiles antes del parón de agosto, según ha podido saber este diario.

El problema es que el administrador concursal pide la liquidación no solo de la sociedad limitada (Fundesem Business School SL) que gestiona desde el año pasado el negocio educativo, sino también de la propia fundación que creó la escuela hace cuarenta años. El razonamiento del administrador concursal es que Fundesem no tiene bienes con los que hacer frente a las deudas que acumula, de modo que no cabe otra solución que liquidar y que los acreedores cobren lo poco que puedan.

Sin embargo, la escuela y sus patronos, representados por el despacho ilicitano Galsan Consultores, especialista en este tipo de procesos (ha sacado adelante concursos como el de Cantueso Oro recientemente) y cuyo director general, Paco Nieto, es a su vez miembro de la ejecutiva de Fundesem, intentan dejar a la fundación al margen de la liquidación para intentar preservar una marca consolidada y relanzar una actividad que forma parte de la historia reciente de la provincia. Sus argumentos para oponerse a la liquidación, eso sí, pasan por un acuerdo que se antoja aún muy difícil con el Ivace, puesto que, como defiende Galsan, "la fundación sí tiene una pequeña actividad económica que genera ingresos". Concretamente, el alquiler de parte de la sede a la Cámara de Comercio.

¿Una quita del 50%?

No obstante, el equipo de economistas que forma la consultora ilicitana se muestra optimista respecto a las posibilidades de su planteamiento, ya que la simple declaración del concurso de acreedores ha cambiado el marco de la reclamación del Ivace. De hecho, siguen los contactos entre las partes en busca de un acuerdo que implicaría, eso sí, la renuncia del organismo público a recuperar buena parte de la deuda acumulada. Dicho de otro modo, una quita superior al 50%. Como precedente, a la extinta patronal Coepa se le aceptó una quita del 95%, aunque en este caso porque su principal acreedor era Cierval, que acabó también liquidada.

Para argumentar que la Fundación puede generar ingresos con los que hacer frente a sus compromisos, Galsan, que fue el despacho instante del concurso en representación de FBS, esgrime los ingresos por el alquiler de unos despachos y unas cuantas aulas a la Cámara de Comercio de Alicante para impartir su formación, pero el planteamiento del hipotético plan de viabilidad va más allá: dado que Fundesem asume que aún sobreviviendo al concurso debe redimensionarse, baraja ofrecer en alquiler la mitad del edificio (al igual que había acordado con la Universidad Europea).

¿Quién podría ser el inquilino? En primer lugar se baraja la opción de la propia Cámara, que ya está allí y busca espacio para crecer. En lugar de buscar una nueva sede, esta operación permitiría a la entidad que preside Carlos Baño mantener la Presidencia y parte de la administración en la sede de Ruperto Chapí, y trasladar a Fundesem toda su formación propia, programas europeos y parte del personal. El Ayuntamiento de Alicante, dueño del suelo, ya ha planteado esta posibilidad (incluso sin Fundesem en la ecuación), aunque Baño se mantiene en una prudente espera del desarrollo de los acontecimientos.

ERE para todo el personal

La segunda opción podría ser, de nuevo, la Universidad Europea, pero con un planteamiento diferente. En lugar de una sede donde impartir grados oficiales de la rama sanitaria, como tenía previsto, apuntaría más a una oferta de posgrados, incluso con algunos títulos compartidos con Fundesem. Esta opción implicaría además buscar un acuerdo con alguna (o las dos) de las universidades públicas de la provincia para que homologasen dichos títulos, de forma que su atractivo aumentase para los potenciales alumnos e incrementar la demanda de matrículas. La alternativa podría ser extensible a otras universidades privadas, más allá de la Europea. 

Las cartas de las partes están sobre la mesa: desde el planteamiento de abrir ya la liquidación de toda Fundesem por parte del administrador, a las propuestas de Galsan para salvar la fundación y liquidar solo la SL, donde ya se ha aprobado el ERE para todo el personal (se da por descontado que en 2022/23 no habrá formación) en el seno del concurso. Lo que no se sabe es cuándo ni cómo se les pagará, puesto que efectivamente la sociedad limitada no cuenta con recursos para afrontar unas indemnizaciones que han ido a engrosar el crédito contra la masa.