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la diputación de alicante quiere iniciar desde cero un nuevo proceso de selección

Ferrándiz declina dirigir el Gil-Albert con "cualquier fórmula"; González-Varas aceptaría sin concurso

9/01/2021 - 

ALICANTE. La situación de inestabilidad en la que permanece ahora el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, organismo autónomo de la Diputación de Alicante, tras la dimisión de su directora, María Teresa Pérez Vázquez, podría alargarse si el equipo de gobierno provincial opta por iniciar un nuevo concurso para elegir otro director o directora, como asegura que hará, en lugar de continuar con el proceso anterior. 

Así lo afirma Santiago González-Varas, uno de los finalistas del último proceso de selección, que se muestra dispuesto a ayudar en la medida en que su tiempo lo permita, pero asegura que no se presentará a ese nuevo concurso que podría iniciarse en los próximos días. Eso sí, descarta que pueda ser ilegal hacer borrón y cuenta nueva para empezar un nuevo proceso.

"La Diputación de Alicante tiene la ocasión de llamar a uno de los dos finalistas del proceso selectivo anterior porque la Ley de Contratos (que sirvió al parecer de inspiración para el pasado proceso selectivo) no ignora la posibilidad de llamar al segundo candidato (artículos 153 y 281 y siguientes)", afirma González-Varas. Sin embargo, asegura que "posiblemente no sea ilegal un nuevo concurso, pero tienen la posibilidad de hacer esto otro, que además redundaría en mayor eficacia (art.103 de la Constitución) evitando la complejidad y demora de un nuevo concurso". 

Ahora bien, "el quid de la cuestión es si realmente alguno de los dos finalistas o candidatos que quedamos en siguiente lugar somos dignos o no de ocupar esta plaza", apunta el jurista. "Si no llegamos al nivel deseado, es mejor que abran un nuevo concurso", afirma.

Esta actitud caballeresca de González-Varas, dispuesto a colaborar y no poner objeciones al procedimiento que elija finalmente la Diputación de Alicante, coincide también con la actitud que ha podido constatar este diario al contactar con Ferrándiz Lozano, otro de los aspirantes que llegó a la terna final, quien también descarta presentarse a un nuevo concurso. Con todo, él va más allá y prefiere desvincularse por completo de la gestión del instituto, incluso sin concurso. "No contemplo dirigir el Gil-Albert, bajo ninguna fórmula posible, por motivos personales y profesionales", afirmó a preguntas de Alicante Plaza

Así, con Ferrándiz Lozano descartado, la única opción que podría acortar los plazos para devolver la estabilidad al organismo cultural sería optar por González-Varas. De hecho, en caso de iniciar un nuevo proceso, y hasta que se nombre a un nuevo director fruto de ese proceso, también podría ser director uno de los que quedó finalistas en el pasado concurso, en aras de desbloquear el funcionamiento de la institución. 

Compromís pide auditar las cuentas del Gil-Albert

Por su parte, el grupo de Compromís en la Diputación de Alicante insistió este viernes en auditar el Instituto de Cultura Gil-Albert, después de la dimisión de su directora, y aseguró que presentará en el próximo pleno su propuesta para ello. "Después de meses de noticias que ponen en entredicho la tarea cultural del organismo autónomo, la dimisión de parte de su equipo de gobierno demuestra la necesidad de replantear el funcionamiento del organismo que depende de la institución alicantina", manifestó el portavoz de la formación, Gerard Fullana, en un comunicado. “Ciudadanos y PP han convertido el Gil Albert en una agencia de colocación inoperante y clientelista. Sin la solicitud de información sobre el decreto de adjudicación que hizo Compromís hoy nada hubiera pasado”, añadió.

González-Varas, un prolífico autor

El estancamiento del organismo cultural de la Diputación de Alicante contrasta con el prolífico dinamismo que exhibe el jurista Santiago González-Varas Ibáñez, catedrático de Derecho por la Universidad de Alicante, que ha publicado cinco libros de Derecho y tres libros de literatura en 2020

Sus libros de Derecho se han referido a una reelaboración profunda y muy extensa de los cuatro tomos del Tratado de Derecho Administrativo, con una media cada tomo de unas 1.300 páginas. Esta labor en solitario conlleva, no solo el estudio de las últimas reformas legales y jurisprudenciales, sino también revisar numerosas propuestas de cambios normativos. Se trata, así, de la cuarta edición del citado tratado, publicada con la Editorial Civitas-Aranzadi-Thomson Reuters.

En esta obra se comentan artículo por artículo las distintas leyes principales de Derecho Administrativo, es decir, las leyes de procedimiento, la Ley de Contratos, la ley de lo Contencioso Administrativo, la de Urbanismo, etcétera. Junto a esta magna obra publicó también un Manual de lo Contencioso-Administrativo proponiendo una reforma integral del sistema de garantías de los ciudadanos frente a la Administración.

Por otro lado, en lo literario ha publicado principalmente un libro de poesía denso y extenso titulado Compuestos y descompuestos, innovando con las letras. Asimismo, una obra de humor titulada Putaditas en la oficina, igualmente con la Editorial Vitruvio. Y, finalmente, con la editorial Rilke, el libro de prosa poética Sentir superior. Editoriales todas ellas de Madrid. 

Esta labor literaria la cultiva desde siempre, dedicada principalmente al género poético, pero también al ensayo y al relato. Son diecisiete los libros literarios. Se trata de una trayectoria que evidencia una especial originalidad. En el libro poético aludido Compuestos y descompuestos se suceden frases buscando un sentido originario de belleza mediante una composición de palabras buscando tal efecto. De sus obras precedentes destaca su dedicación como ensayista a la cultura.

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