ALICANTE. Con el propósito de rebajar el coste del agua desalada, la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, ha sacado a licitación el proyecto para dotar a la desaladora de Alicante de un sistema de generación fotovoltaico para suministro complementario. El contrato tiene un valor de 8.993.728 euros y un plazo de ejecución de 12 meses.
Las obras consisten principalmente en la instalación de un sistema fotovoltaico, que permitirá reducir
los consumos eléctricos mediante el aprovechamiento en autoconsumo, y al mismo tiempo, lograr la reducción de las emisiones de CO2 dentro de los objetivos establecidos en el plan estratégico de la Mancomunidad 2019–2.030, de disminuir un 40% la huella de carbono para el año 2030.
La planta se distribuirá en varias zonas físicamente separadas. En un total de 9 tejados distintos y en un
total de 3 parcelas, una de ellas propiedad de la Mancomunidad del Caudales del Taibilla y dos que habrán de ser expropiadas, según refleja la memoria.
La potencia fotovoltaica seleccionada es de 4.460,67 kWp, a instalar en la superficie de la parcela y las cubiertas de las edificaciones existentes, así como en las marquesinas de los aparcamientos.
La puesta en marcha de la planta obligará a hacer cambios en los sistemas de alta y media tensión de la desaladora, con el soterramiento de las líneas áreas; el sistema de alumbrado interior y exterior de la desaladora, con sistemas LED, y la implementación de un circuito de control de cámaras interno para tener el control sobre la planta fotovoltaica.
De acuerdo con los cálculos realizados, el proyecto técnico considera que sería factible lograr un ahorro de energía de 8.467.437,90 kWh en términos de energía renovable, que representa un 17,58% de ahorro sobre el consumo actual de la instalación.