ELCHE. Hace unos días el boletín oficial de la Generalitat Valenciana hacía públicas las subvenciones concedidas a diferentes municipios de todo el territorio para actuaciones en materia de conservación y protección de bienes inmuebles del patrimonio cultural. Una línea de ayudas entre las que no estaba el municipio ilicitano, a pesar de los problemas con su patrimonio cultural por su falta de puesta en valor y en estado de degradación en distintos casos.
En su resolución del 7 de septiembre de la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte la administración detalla el listado de municipios que se han beneficiado de la línea presupuestaria de 1.636.207,63 euros, que ha ido a parar a bienes de tipo arqueológico, arquitectónicos, histórico-artístico, etnológico y paleontológico y de naturaleza inmueble, dentro del ámbito de actuación de la conselleria competente en materia de cultura.
Han sido más de 40 los municipios de las tres provincias a los que se les ha concedido esta subvención, con líneas de financiación que van desde los 6.000 hasta los 40.000 euros. Los proyectos son muy variados, desde consolidación de torres hasta intervenciones arqueológicas, pasando por intervenciones en molinos o asentamientos islámicos. Desde pequeños municipios como Onil hasta capitales como la propia València. La mayoría de las ayudas las han solicitado los ayuntamientos, aunque también distintas asociaciones o fundaciones. Han sido más de 40 los proyectos aceptados y bastantes más los rechazados, en su mayoría por falta de presupuesto.
Eso sí, en ninguno de ambos figura el de la ciudad ilicitana, a pesar de contar con muchos elementos para los que se han presentado proyectos: molinos, torres defensivas y puentes, así como una basílica y un castillo que están catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC). No se trata de la primera subvención de estas características que deja escapar el Ayuntamiento, como ya ocurriera en 2018 con otra convocatoria de la Conselleria a colación de fondos Feder.
Y tampoco es la única que ha dejado escapar ahora, ya que tampoco figura entre los beneficiarios de unas ayudas para la elaboración de la sección de patrimonio cultural de catálogos de protecciones —algo en lo que la vecina Alicante está actuando con relativa celeridad para los ritmos urbanísticos— y la redacción de planes especiales de protección y de planes directores para intervención en bienes de interés cultural de la Comunitat Valenciana, según la resolución de la conselleria competente del pasado 31 de agosto.
Unas ayudas para las que había 892.907,06 euros y de las que se han beneficiado más de 80 municipios, sobre todo pequeñas poblaciones que necesitan de estas ayudas por falta de medios, y que han ascendido hasta 22.000 euros en algún caso. Una subvención que varios colectivos pidieron que se solicitara, máxime ahora que el Consistorio tiene la intención de redactar un nuevo catálogo de protecciones municipal y que tiene que sacar a licitación, dado que externalizará esta redacción.
Por último, y como noticia positiva, el Ministerio de Cultura ha aceptado el proyecto de rehabilitación y mejora de la ruta del palmeral ilicitano, destinada a bienes con catalogación Unesco. Ahora queda por ver qué parte de esta inversión financia el Estado. En cualquier caso, a pesar de las convocatorias que el Ayuntamiento está dejando pasar, un aspecto decisivo a tener en cuenta es la falta de recursos humanos que hay en Urbanismo, hecho que se viene arrastrando desde la pasada legislatura, ya con el entonces edil José Manuel Sánchez. Dentro de la propia concejalía, los recursos son también escasos en el área de Patrimonio, por lo que en casos en los que la convocatoria requiere una entrega de proyecto a corto plazo, hay poco margen de maniobra para su redacción —por eso en parte se externalizará la redacción del nuevo—, tan solo queda prepararse para el próximo año.