Visitantes cargando las maletas en un taxi, a las puertas de uno de los hoteles de Alicante.ALICANTE. No habrá celebraciones multitudinarias para recibir el Año Nuevo en los hoteles de Alicante. El avance de la sexta ola de la pandemia, con la extensión de la variante ómicron, ha acabado por provocar el desplome de las reservas hasta el punto de situar la ocupación media de los establecimientos de la ciudad en el 48% para las noches del 31 de diciembre y 1 de enero, según precisaron fuentes de la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante (APHA) este miércoles.
El dato es prácticamente idéntico al de la media del conjunto de hoteles de la provincia agrupados bajo el paraguas de APHA, que se sitúa en el 49%. Se trata de datos similares a los registrados durante los días de Navidad en los hoteles adscritos a la patronal hotelera de Benidorm, Hosbec, y, por tanto, muy distintos a los que se alcanzaban en los años prepandemia, con porcentajes de cerca del 90%, entonces, alentados por la posibilidad de disfrutar de estancia y cena con cotillón.
Por zonas, en los hoteles de Playa de San Juan, las reservas quedan al 59,8%; en el El Campello-Villajoyosa, al 50,0%; en Guardamar del Segura-Pilar de la Horadada, al del 65,7%; en Santa Pola, al 25,0%, en los hoteles del interior, al 24,2%; en Xàbia, al 75,0% y en Orihuela-Algorfa, al 38%.
La patronal hotelera de Alicante todavía confía en una ligera recuperación con la llegada de clientes de última hora
Lo cierto es que la campaña de Nochevieja se afrontaba entre los asociados de APHA con expectativas de reserva de entre un 60 y un 70%. "En un primer momento, las reservas anticipaban unas cifras más que aceptables", según APHA. No obstante, "desde la aparición de la variante ómicron, las cancelaciones se han generalizado al tiempo que las reservas se han ralentizado notablemente. Aunque finalmente las restricciones decretadas no impedirán la movilidad ni la celebración de cenas, el fuerte aumento en el ritmo de contagios ha retraído significativamente la demanda y tanto los restaurantes como las habitaciones tendrán ocupaciones discretas por la presencia de positivos en los grupos o por mero temor al contagio", apuntan. Así, según APHA, la cascada de cancelaciones se inició a partir del puente de la Constitución, en paralelo al incremento de contagios y a la expansión de la nueva cepa del virus.
Ahora, se confía en que la bonanza meteorológica y la ausencia de restricciones similares a las que se han adoptado en otras autonomías pueda impulsar una ligera recuperación con la llegada de clientes de última hora. De hecho, según APHA, "los últimos días están registrando algo más de interés. En esta ocasión el gobierno autonómico ha sido menos restrictivo que los de otros territorios y tal vez por eso la ocupación de última hora puede sumar algunos clientes adicionales que permitirán completar una Nochevieja más discreta que antes de la pandemia, pero mejor que lo que podíamos prever hace apenas diez días". Así, todo parece indicar que alrededor de la mitad de las plazas hoteleras podrían quedar vacías a la espera de la confirmación de ese repunte. Y esa es la misma evolución que se ha registrado por lo que respecta a las reservas para las cenas de Fin de Año ofrecidas en los hoteles.
