ELCHE. En plena operación por devolver a Elche la feria de calzado, después de la luz verde del empresariado en Micam a IFA y Avecal y de los ayuntamientos productores de la comarca que ya hablan de "devolver Modalcalzado", paralelamente el coronavirus está afectando obviamente al sector, al igual que a otros. Pero de forma especial a quienes tienen toda o gran parte de la producción y las materias primas en China. Con las reservas de las firmas para no mostrar cómo les está afectando, unos buscan proveedores en otros países de la zona de forma provisional, aunque también en territorio valenciano.
Al tiempo, las firmas más afectadas por este nuevo virus son las grandes. Como convienen varios empresarios del sector y reflexión a la que se suma también el subsecretario de Comercio y Trabajo, Natxo Costa, esto muestra el peligro de la excesiva dependencia de un único país, en este caso el chino. Un contexto complicado que se puede aprovechar para diversificar la producción, "porque volverá a pasar lo mismo con otra crisis similar", apunta Costa. Por el momento, o bien alguna parte de la producción está volviendo a Europa, o a modo de parche, como apuntan desde el sector, están intentando redirigir las existencias en vez de a China a países como Turquía, Camboya o Vietnam —países con mano de obra barata—. Aunque tas comercializadoras están buscando proveedores de urgencia aquí. Según algunas fuentes del sector, "si no hay solución a esta crisis, podría haber situaciones de desabastecimiento en 4-5, meses".
En cualquier caso, el coronavirus va por barrios también dentro del calzado mismo. Firmas de tamaño medio que tienen la producción en España o Europa no están tan expuestas y por tanto menos afectadas, aunque lo que está ocurriendo en las grandes es también una valiosa lección a la hora de querer deslocalizar la producción o diversificar la misma.
Por otra parte, nadie se quiere mojar (o hacerlo público) aún sobre las cifras y el impacto. De momento, en la Conselleria de Economía aún no se han reunido aunque lo harán pronto para valorar la situación, puesto que como apunta Costa "es prematuro", y desde la cartera se desprende ese mensaje hacia el sector, si no hay diversificación, situaciones así golpearán de forma segura.
A mitad de camino entre cierto alarmismo mediático, dependiendo del barrio, y los mensajes de tranquilidad, las ferias de calzado son en principio las que menos se han resentido. Por parte de la feria internacional de Milán, Imanol Martínez, de la Federación de Industrias del Calzado Español (Fice), hubo un descenso de público del 5%. Según Martínez, cifras poco relevantes, ya que califica de "éxito" la edición. Eso sí, en la misma fue notorio el descenso de clientes asiáticos, pocos rusos y menos alemanes. Sin ser los más decisivos, China es el séptimo país comprador de calzado caro, como señalaron hace unos días desde Avecal.
A varios días de que empiece Futurmoda, en IFA, tampoco hay cambios sustanciales, todo sigue en orden y de hecho ya se están montando los stands, como indica el presidente de la Asociación Española de Componentes (AEC), Manuel Román. Aunque hay una interconexión obvia por un mercado globalizado, en el sector de los componentes no ha afectado ya que sus textiles y cueros no suelen llegar de China, asevera Román —también influye que el periodo de stockaje en el mercado chino ya ha acabado—. Aunque sí advierte cierta "psicosis" en el ambiente. Por el momento a quien sí ha afectado la expansión del coronavirus es a la valenciana Maderalia, atrasada hasta junio.