ALICANTE. Adiós a Marina de Poniente SA. La empresa creada para promover y explotar el centro comercial Panoramis, que entró en concurso en 2012, salió en 2013 y entró en liquidación en 2016 al no poder cumplir el convenio de acreedores, hasta que la concesión se subastó para traspasarla a Digital Corner (filial del grupo Kuntajara de Juan Carlos Ramírez), ha dejado formalmente de existir.
Según el edicto del juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante al que ha tenido acceso este diario, el juez dictó el auto de finalización del concurso el pasado 5 de diciembre, tras recibir en noviembre el último informe de la administración concursal (el despacho Forensic Solutions) en el que se interesaba la conclusión del procedimiento por "insuficiencia de la masa activa para satisfacer los créditos contra la masa". La propuesta de la administración concursal no encontró oposición en los acreedores, por lo que el juez dictó la finalización del concurso y la extinción de la sociedad.
El último informe del administrador concursal también establece que "el concurso será calificado como no culpable", y que "no existen acciones viables de reintegración de la masa activa ni responsabilidad de terceros pendientes de ser ejercitadas". El concurso podría reabrirse si con posterioridad se localizasen bienes a nombres de la sociedad que permitiesen atender dichos créditos contra la masa, que suponían la menor parte de la deuda de Marina de Poniente (5 millones de euros, 1,6 de ellos con el puerto y la mayor parte del resto con entidades bancarias, como créditos privilegiados, excepto unos 500.000 euros que eran créditos contra la masa).
En realidad, una vez desprovista de la concesión del centro comercial Panoramis, la sociedad fundada para construir y explotar el complejo de ocio tenía poco más que ofrecer al administrador concursal para obtener ingresos con los que atender dichos créditos. Como contó este diario en su momento, la concesión del centro pasó a Ramírez con una oferta (la única que llegó activa al final de la subasta) de 1,9 millones para cubrir la deuda con el puerto de Alicante por el canon impagado en los últimos años, y parte del resto de deudas, incluidas las bancarias.
Tras hacerse con la concesión, el empresario socio de Enrique Ortiz (que era el accionista de referencia en Marina de Poniente tras la salida de Vectalia) en el Hércules ha logrado comprar los cines del centro comercial, con una inversión de 800.000 euros, y trabaja para poner en marcha un modelo de oficinas y eventos. En este sentido, ha reorganizado los espacios del complejo para dejar libre la primera planta, con vistas a alquilar dichos espacios a empresas tecnológicas interesadas en asentarse en el puerto. De hecho, ha mantenido contacto con algunas firmas potenciales inquilinas, pero hasta el momento no se ha concretado el interés de ninguna.