ALICANTE. En la Semana Europea de Prevención de Residuos, el Consorcio Baix Vinalopó realiza acciones de educación ambiental para recordar la importancia de separar y reducir en casa. La campaña cuenta con la financiación de la Generalitat Valenciana y busca concienciar a la ciudadanía de la necesidad de adoptar hábitos más sostenibles para cuidar del planeta.
“El buen gusto no tiene desperdicio”. Con este lema, la Semana Europea de la Prevención de Residuos se centra en esta edición en reducir el desperdicio alimentario. Un problema social, ambiental y económico dramático en la Unión Europea: mientras cada ciudadano europeo tira 132 kilos de comida, en el resto del mundo 37 millones de personas no pueden permitirse una ración diaria de calidad.
Más de la mitad del desperdicio alimentario de Europa ocurre en los hogares. Los alimentos más desperdiciados son fruta y verduras; alimentos que requieren del uso de tierra fértil, de recursos preciados como el agua y que, si se pierden, causan emisiones de efecto invernadero que agravan la actual crisis climática.
Pensar, separar y, sobre todo, reducir. Estos tres fáciles pasos son, además, el lema de la campaña de concienciación ambiental del Consorcio Baix Vinalopó, la entidad que gestiona los residuos de 350.000 habitantes de 10 municipios de la zona.
“Piensa, reduce, separa. El eslogan de esta campaña resume a la perfección nuestro compromiso como Consorcio Baix Vinalopó: fomentar la educación y sensibilización de nuestra ciudadanía para seguir mejorando en la separación y reducción de residuos y mejorar el uso del contenedor de orgánica”, ha explicado la presidenta del Consorcio Baix Vinalopó, Magdalena Martínez.
El Consorcio está realizando una campaña con acciones de educación ambiental presenciales en cada uno de los municipios con el objetivo de fomentar la separación y la reducción de residuos. La ciudadanía interesada en participar en estas acciones gratuitas puede informarse del calendario a través de las redes sociales del Consorcio Baix Vinalopó.
Para reducir el desperdicio alimentario en el hogar, el equipo de educación ambiental recomienda planificar bien las compras con un menú semanal, para así solo adquirir los alimentos que vamos a consumir. También se dan otros consejos en las acciones de educación, como la cocina de aprovechamiento para las sobras o maneras de ordenar la nevera en función del consumo preferente de nuestros alimentos.
Lo más importante es la reducción. Pero si se tiene alimentos que se deben tirar, siempre tienen que ser depositados en bolsas compostables en los contenedores marrones de orgánica de los municipios. Así, esos residuos se trasladarán a la Planta de Els Cremats en Elche, la instalación de tratamiento de residuos del Consorcio Baix Vinalopó. Allí los restos orgánicos se transformarán en compost, un abono natural con múltiples beneficios para campos y jardines.