Si China se atiene a su promesa de aliviar la distribución de la renta es posible que veamos nuevas reformas fiscales y sociales
MADRID. Como era de esperar, durante el Congreso del Partido Comunista de China, el presidente Xi Jinping sólo se refirió a la política de 'covid cero' en términos de su éxito en la protección de la salud y la vida de las personas. No hubo ninguna señal de que se vaya a cambiar el rumbo de esta política, por el momento.
En cuanto a las medidas macroeconómicas y financieras, vemos algunos indicios de que el desarrollo económico sigue siendo una prioridad y, por tanto, podría aumentar el respaldo político en los próximos meses. La energía, la seguridad alimentaria y la seguridad nacional siguen siendo el centro de atención, y los sectores verdes y tecnológico deberían continuar recibiendo apoyo. En cambio, no vemos una señal clara de que vaya a haber más apoyo hacia el sector inmobiliario, mientras que la campaña antimonopolio no se ha revertido, lo que reduce las expectativas de ganancias del sector tecnológico.
Es probable que las medidas políticas concretas se den a conocer en marzo de 2023. Si China se atiene a su promesa de aliviar la distribución de la renta, es posible que veamos nuevas reformas fiscales y sociales. Estas reformas serían positivas para sus perspectivas económicas.
En el frente internacional, esperamos represalias más fuertes ante cualquier injerencia externa. En otras palabras, es probable que la contienda geopolítica entre EE UU y China se intensifique y se convierta en un riesgo importante para los mercados financieros en los próximos años.
Mali Chivakul es economista de mercados emergentes de J. Safra Sarasin Sustainable AM
Una serie de lecturas macroeconómicas publicadas sobre China el pasado miércoles, que fueron inferiores a las esperadas, resultaron ser un golpe de realidad para el gigante asiático, tal y como explica el analista