La sala de llegadas del aeropuerto Miguel Hernández Alicante-Elche. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. El gestor aeroportuario Aena avanza en la contratación del proyecto para dotar al aeródromo de la provincia de Alicante del Centro de Gestión de Aeroportuaria (CGA) destinado a solventar en tiempo real cualquier tipo de incidencia que pueda producirse en el funcionamiento diario de la terminal, situada en la pedanía ilicitana de El Altet. Lo hace con el estudio de las dos únicas propuestas presentadas para optar a la construcción de las dependencias que albergarán esas instalaciones, en una convocatoria que partía con un presupuesto de licitación de 965.893,23 euros (798.258,87, sin impuestos).
La adjudicación se disputa entre las propuestas registradas por Elecnor Servicios y Proyectos y Quarto Proyectos, que habrían planteado ofertas por un importe menor respecto al precio de salida, de 570.406,75 y 707.440,96 euros (sin impuestos), respectivamente. Las dos alternativas suponen, en consecuencia, ahorros del 28,54 y del 11,38% en beneficio del interés público, por lo que la mesa de contratación de Aena deberá evaluar ahora si incurren en baja anormalmente desproporcionada para poder plantear una propuesta de clasificación.
En todo caso, la trascendencia del registro de esas dos ofertas reside en que se instituyen en garantía de la progresión del proyecto, al dar pie a un escenario que descarta la posibilidad de que tuviese que dejarse desierto por falta de licitadores. Con ello, se mantendrían los plazos iniciales pretendidos para la puesta en marcha del CGA, con la previsión de que ese cerebro encargado de coordinar el conjunto de servicios aeroportuarios entre en funcionamiento durante la segunda mitad de 2025. Salvo que puedan producirse demoras en la evaluación de las ofertas o en la resolución definitiva del concurso, la adjudicación debería cerrarse a principios de año. Y el adjudicatario que finalmente resulte seleccionado dispondrá de seis meses para adecuar las instalaciones en las que se asentará el personal adscrito al CGA.
La ejecución de esos trabajos para adecuar las dependencias del CGA permitirá que el aeropuerto Miguel Hernández Alicante-Elche quede equiparado con los cuatro principales aeródromos de la red nacional en tráfico de pasajeros que ya disponen de ese centro gestor: Adolfo Suárez Madrid-Barajas, Josep Tarradellas Barcelona- El Prat, Palma de Mallorca y Málaga-Costa del Sol. Su implantación pretende mejorar, así, la coordinación entre departamentos para solucionar problemas relacionados con la operativa en tierra, adaptando la respuesta a cada circunstancia sobrevenida concreta: desde retrasos en vuelos derivadas de situaciones climatológicas adversas, hasta la necesidad de reorganizar puertas de embarque o de ampliar o reforzar servicios de restauración o limpieza, por ejemplo.
En último término, el funcionamiento del CGA pretende acortar tiempos, ganar eficacia y fluidez y mejorar la experiencia de vuelo de los pasajeros, en un contexto en el que la evolución del tráfico de viajeros sigue instalado en una senda de crecimiento. De hecho, se mantiene la expectativa de que el aeropuerto pueda cerrar 2024 con un nuevo récord anual por encima de los 15,7 millones de visitantes registrados en el año precedente, que podría rozar incluso la cifra de los 17 millones de viajeros en cuanto se complete el balance estadístico, el próximo mes de enero. Por lo pronto, solo con los datos conocidos hasta este mes de septiembre, ya se contabiliza un acumulado de 12.050.349 pasajeros, lo que representa una subida del 19,3% en relación con el mismo periodo del año pasado, después de que, en cada uno de esos nueve primeros meses, se haya batido su respectivo registro histórico precedente.
Entre tanto, Aena continúa promoviendo mejoras en las infraestructuras del aeródromo como la construcción de una nueva calle de rodaje para facilitar el movimiento de las aeronaves, con el consiguiente ahorro de tiempos, y la disposición del doble embarque simultáneo (en pasarela y en escalerilla por la puerta trasera) en otras diez puertas, también con el objetivo de aportar fluidez en la ocupación y desocupación de los aviones.
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