Panorámica de la terminal de contenedores del puerto de Alicante. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. Cerca del 50% de las empresas de Alicante encuestadas para la última oleada del Observatorio de la Expectativa Empresarial (OEXA) aseguran que se han visto afectadas de alguna forma por la crisis inflacionista de los últimos meses, con los precios de la energía, el transporte y las materias primas al alza. A pesar de que la mayoría de la muestra opera en el sector servicios, este incremento de los precios ya ha afectado a su negocio y el periodo inflacionista se observa con preocupación. Pese a ello, la percepción a medio y largo plazo sigue siendo optimista tras la retirada de las últimas restricciones (la encuesta se realizó antes de la aplicación del pasaporte covid) y el avance de la vacunación.
La oleada de octubre de 2021 del OEXA, elaborado por el Observatorio Económico de Alicante y la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante (Uepal), que cada trimestre publica en exclusiva Alicante Plaza (que además forma parte del panel de empresas encuestadas), presta especial atención al escenario de la crisis de precios al alza, como elemento diferencial respecto a anteriores oleadas. Una crisis que "es notablemente significativa" y "afecta a casi el 50% de las empresas encuestadas", tal como destacan los autores del estudio, aunque "es curioso como aún no afecta a la expectativa de crecimiento".
Así, la práctica totalidad de encuestados señala que la crisis inflacionista afecta algo, bastante o mucho a su negocio, mientras que el 48,1% indica que su empresa se ha visto afectada por problemas de abastecimiento. "Aunque muchas empresas de las que participan en el observatorio pertenecen al sector servicios, es curioso como le dan mucha importancia a esta crisis del transporte mundial", señala Juan Seguí, coautor del estudio. José Antonio Trigueros, por su parte, alerta de que "el riesgo de estanflación es muy real", dado que la economía está "dentro del mayor estímulo de la historia fuera de posguerra, y rebotando", mientras la crisis de suministros, electricidad y transporte se acaba trasladando al resto.
A pesar de este escenario, que ya se apuntaba hace tres meses, la expectativa de los empresarios alicantinos sigue mostrando cierto optimismo a medio plazo. Así, crece el número de empresas que considera que sus ingresos se mantendrán o aumentarán el próximo trimestre, y esta tendencia es aún más acusada en la proyección a 12 meses, donde el 92% considera que mantendrá o mejorará, incluso de forma notable, su facturación. El 44,4% de los encuestados asegura que tiene pensado realizar inversiones a medio o largo plazo, frente al 38,7% del estudio anterior (casi seis puntos más).
En cuanto a la transformación digital, el tejido empresarial alicantino sigue mostrando una gran heterogeneidad. El 41,7% de los encuestados asegura que está en el momento de diseñar la digitalización de procesos (un 21,4% el trimestre anterior), mientras que un 8,3% aún está en la primera fase de planificación (un 25% el trimestre anterior). Cerca de un 17% dice estar implementando ahora la digitalización, bien en la cultura empresarial, bien en los procesos productivos, y apenas un 8% ha alcanzado la fase de control y feedback. Con respecto al teletrabajo, "parece que se mueven valores": un 29,6% piensa que puede ser una opción duradera, casi el doble que en la oleada de enero de este año.
Otra medida asociada a la pandemia, los ERTE, también registran movimiento en su valoración. La mayoría de los encuestados considera que es un recurso que ha venido para quedarse más allá de la pandemia, aunque cada vez son menos los que opinan que deben seguir ampliándose (siguen siendo mayoría, en cualquier caso). La práctica totalidad de los encuestados defiende, además, que la vacuna es la solución a la crisis sanitaria (aunque un 8% considera que no lo es), y la valoración de la situación económica general de España empeora: un 12% la ve muy mala, un 28% mala, un 44% regular, y solo un 16% la califica de buena (ninguna empresa la ve "muy buena", como sí sucedía en julio).
El vicepresidente de Uepal, César Quintanilla, resume en un "moderado optimismo" el sentir de los asociados a la patronal, porque "están recuperándose, aunque no todos los sectores". El problema, advierte, es que "todo el mundo está mirando de reojo cómo afecta la crisis de los fletes, el aumento de los precios de la electricidad y los carburantes... es una bomba inflacionista". Un escenario que, además, ahora coexiste con el inicio de una nueva ola de coronavirus que puede provocar que "vuelvan algunas restricciones". "Debemos ser precavidos".
