ALCALALÍ. "Con profundo sentimiento, Casa Pinet dice adiós después de casi medio siglo de servicio". Con esta menaje, el restaurante, ubicado ahora en Alcalalí, y que durante más de 50 años ha sido un símbolo de la gastronomía de la Marina y lugar de encuentro de políticos de todas las sensibilidades del valencianismo político progresista, anuncia que cierra. Lo hará el próximo 17 de diciembre.
Será su segundo cierre. Pues en 2017, los propietarios tuvieron que abandonar el histórico local de la Plaza de Tàrbena para trasladarse al otro lado del Coll de Rates, al municipio de Alcalali, en la Marina Alta. En ese momento, fue la no renovación del inmueble que ocupaban, que era propiedad del ayuntamiento. Entonces, muchos políticos y músicos expresaron su solidaridad con el establecimiento.
Ahora, las razones son otras, de índole económico, como explican los gestores del restaurante en su perfil de Facebook. "Cuando pensábamos que estábamos superando el bache, vino la guerra de Ucrania y la infracción actual. Con todo esto nos hemos visto en un callejón sin salida, que hemos luchado hasta el último momento tratando de salvar a Casa Pinet, pero desgraciadamente, no hemos encontrado solución y eso nos ha llevado a tomar la dolorosa decisión de cerrar nuestras puertas", aseguran.
" Llegados a este punto queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a todos nuestros visitantes, amigos y colaboradores, que nos han acompañado en esta pequeña historia de la gastronomía y la utopía de nuestro pueblo. Sois los protagonistas de este museo que ha guardado la historia del progresismo valenciano, y os llevaremos siempre en nuestro corazón", afirma los responsable de Casa Pinet, quienes invitan a su clientela al día 17 de diciembre, para "que despidamos juntos esa etapa con una gran comida popular".
Como explican sus gestores, nacido en 1973, Casa Pinet nace como un espacio que hizo de la política, algo gastronómico y de la gastronomía algo político. "Han sido comidas y cenas fieles a los paladares de la cocina de raíz mallorquina, donde nunca han faltado los sabores propios de la experiencia culinaria mediterránea. poco a poco las paredes de esta casa fueron llenándose de vida, memoria, cultura e ilusión por el futuro de nuestro pueblo, y sin pretenderlo, con el paso del tiempo, Manuel Sánchez Guarner nos descubrió que Casa Pinet no es un bar ni un restaurante, es el Santuari del País Valencià". Por sus mesas han pasado ilustres de la cultura valenciana, como Joan Fuster y Vicent, Andrés Estellés, pero también el ex primer ministro alemán Willy Brandt, y exministros de varios países, como Ernesto Cardenal, o Santiago Carillo.
Casa Pinet, el santuari del valencianisme, tanca: s'acomiadarà el 17 de desembre
