Baleària pretende retomar la línea Dénia-Sant Antoni pero se topa con la oposición de algunas instituciones 

DÉNIA. La compañía naviera dianense Balèaria ha solicitado esta semana retomar la conexión de ferrys entre Dénia y Sant Antoni de Portmany, línea que originalmente conectaba el puerto de la Marina Alta con Ibiza y que se suspendió en 2019, después de que el anterior Gobierno balear y el ayuntamiento de Sant Antoni -ubicado en la zona oeste de la isla- suspendieran la entrada de ferrys de más de 65 metros durante dos años. La moratoria finalizó en 2021.

La noticia, publicada por los medios de la isla, ha generado cierto revuelo ante la negativa, a priori, de las autoridades locales de Sant Antoni de Portmany y del Consell d'Eivissa de facilitar la reapertura del puerto como base de ferrys. La apertura también conllevaría consigo incorporar cuatro trayectos entre Sant Antoni y Palma de Mallorca. 

En un principio, la propuesta realizada por la compañia que preside Adolfo Utor sería para operar entre el 14 de junio y el 30 de septiembre, con un buque con capacidad de 800 pasajeros y 86 metros de eslora. Y el argumento, ya manifestado por el propio Utor con anterioridad, sería la saturación del puerto de Ibiza, de ahí que se plantee recuperar la línea con Sant Antoni como alternativa. En reiteradas ocasiones, Utor se ha quejado de la necesidad de mejorar las infraestructuras portuarias en Ibiza, donde operan otras compañías, y además, también atracan los cruceros. 

Ahora, con la petición ya registrada, la decisión está en manos de Ports de les Illes Balears y, por tanto, del Gobierno de Baleares, que además debería recabar el visto bueno del ayuntamiento, que en el anterior mandato fue el principal opositor. Por el momento, según las informaciones publicadas en las islas, el Gobierno balear está por estudiar la propuesta. 

En declaraciones a los medios locales, el primer edil de Sant Antoni ha dejado claro, que en caso de que se permitiera, debería hacerse con condiciones ambientales y logísticas. Entre ellas, limitar la descarga a camiones pequeños y descartar el uso de contenedores. Después habría que aplicar mejoras medioambientales, como analizar la calidad del agua de la bahía y del aire. A  su juicio, deberían operar con barcos de turbina, en lugar de hélices; rebajar la velocidad de aproximación al puerto para garantizar la seguridad de los bañistas y regular los horarios para que los atraques no fueran en horas puntas.