ALICANTE. Nuevo cambio de competencias en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, del Partido Popular (PP). La baja temporal de la edil Cristina Cutanda con motivo de su próxima maternidad ha propiciado que el alcalde, Luis Barcala, firmase este lunes un decreto de remodelación de responsabilidades para ceder las áreas que Cutanda viene asumiendo desde el principio del mandato en otros concejales del PP.
En concreto, las delegaciones de Fiestas y de Ocupación de Vía Pública pasarán a engrosar las funciones que hasta ahora desempeñaba la edil Cristina García, entre las que figura Infraestructuras, Cementerio y Participación Ciudadana. Por su parte, la edil de Comercio, Hostelería y Atención Ciudadana, Lidia López, asume también las competencias sobre Sanidad.
Se trata de la segunda modificación de competencias acometida en el seno del equipo de gobierno en el margen de un mes, tras la reorganización por la que se reasignó las competencias sobre Patrimonio que tenía delegadas la edil de Urbanismo, Rocío Gómez, al edil de Hacienda y Deportes, Toni Gallego, con el fin de que este último asumiese el control del conjunto de bienes de titularidad municipal, al margen de la planificación de sus recursos económicos.
La baja de Cutanda supone, además, que el equipo de gobierno acentúe su mayoría minoritaria en el salón de plenos, al contar con solo 13 ediles en una corporación de 29 ediles hasta que se produzca la reincorporación efectiva de la ahora exconcejal de Fiestas a sus funciones políticas.
Con ello, los populares ser verán forzados a contar con el respaldo de al menos dos concejales de alguno de los cuatro grupos que ejercen funciones de oposición para poder imponerse en las votaciones que lleguen al salón de plenos. Por lo pronto, el PP podría seguir apoyándose por afinidad ideológica en los cuatro ediles del grupo municipal de Vox, como ha venido sucediendo desde el pasado mandato hasta la actualidad en gran parte de los acuerdos que han venido dependiendo de la posición de voto del conjunto de la corporación, aunque esa posibilidad podría complicarse ahora después de que se haya precipitado la ruptura de la alianza que las dos fuerzas políticas mantenían en el Consell.
De hecho, el PP buscó y logró el respaldo de Compromís para aprobar de forma provisional la revisión de la Ordenanza de Ocupación de Vía Pública en el pleno ordinario de julio, ante el plante de Vox a votar la propuesta si no se retiraba la autorización específica para la instalación de los llamados puntos violeta para prestar asesoramiento a víctimas de agresiones sexuales y se sustituía por permisos para situar puntos de información sobre todo tipo de delitos. Con todo, lo cierto es que en la mayor parte del resto de acuerdos que se debatieron en esa sesión, PP y Vox continuaron compartiendo posiciones de voto.