REPASO A LOS DIFERENTES PROYECTOS ESTANCADOS 

Los asuntos pendientes de Benidorm para 2023: el IES Pere Maria o el centro comercial

7/01/2023 - 

BENIDORM. La ciudad de Benidorm entra en un nuevo año donde se citará a los ciudadanos para las elecciones municipales y autonómicas. Una convocatoria que marcará el devenir de la localidad en los próximos cuatro años. Pero el 2023 y los sucesivos años también serán para desarrollar proyectos pendientes, algunos de ellos arrastrándolos desde hace años por las diferentes administraciones: local, autonómica o nacional. Una amplia lista que se puede iniciar con el ámbito educativo.

La Conselleria de Educación tiene en su poder desatascar uno de los proyectos más importantes para la ciudad: la finalización de la obra del IES Pere Maria Orts i Bosch. Unos trabajos que se quedaron pendientes hace una década, cuando el gobierno autonómico del PP inició la ampliación que tiempo después abandonó la empresa por problemas económicos. Por estas instalaciones han pasado ya incluso alumnos que han vivido su etapa completa con el edificio sin terminar. 

La Generalitat intentó reflotar el proyecto para su terminación, pero los diferentes acontecimientos como son un nuevo abandono de la obra por problemas en la construcción, hicieron que se paralizara de nuevo hasta ahora. En la actualidad, Educación está a la espera de poder licitar el nuevo contrato de obra una vez se apruebe el nuevo proyecto, que incluye el derribo del edificio.

También es asunto de la Generalitat el derribo de las torres de Punta Llisera. Gemelos 28 es un residencial que cuenta con una sentencia que fuerza a tirarlo abajo por exceder en seis metros el límite del deslinde de Costas. El gobierno valenciano está obligado a consignar cada año alrededor de 100 millones de euros en los que está valorado el derribo. Aunque de momento, un dictamen del Tribunal Superior de Justicia ha puesto de manifiesto que el proyecto final sigue sin aprobarse ya que necesitan más documentación del Ayuntamiento de Benidorm para proceder a su redacción.

   Las torres de Punta Llisera. Foto: PEPE OLIVARES.

Siguiendo con las deudas pendientes de la Generalitat con Benidorm está la finalización del centro cultural. En este 2022 han conseguido poner en marcha la primera fase. Es un caso similiar al del IES Pere Maria. Su construcción se inició con la legislatura popular, sin embargo, también fue en aquella etapa de los grandes proyectos cuando se quedó olvidada y sin terminar. 

El president de la Generalitat, Ximo Puig, viajó a Benidorm en 2018 para anunciar el inicio de las obras que se preveían para 15 meses. Un plazo que no se pudo cumplir, alargándose hasta la actualidad, donde Benidorm ha tomado el mando de la programación cultural y los conservatorios ya dan sus clases en estas nuevas aulas. No ha sido hastga el 29 de diciembre cuando se ha firmado la escritura de cesión y el abono del IVA por parte del Ayuntamiento. Un trámite que servirá para seguir con la obra e iniciar la segunda fase, que será la última después de dos décadas desde que se anunciara su construcción por primera vez.

Ayuntamiento

En cuanto a los propósitos por desenmarañar el próximo año, el Ayuntamiento de Benidorm no se queda atrás, como administración más cercana a la población y con una ocupación al 100% sobre su ciudadanía. Sin duda, uno de los más grandes es el enlace al polígono industrial. La obra ha salido al fin a contratación en diciembre, se prevé que se puedan iniciar los trabajos en mayo de 2023. Para ello, la licitación no tiene que levantar ampollas y ser objeto de recursos que alarguen el proceso. 

Y detrás de uno, otro: el centro comercial. El primero de la localidad, que está a la espera de que además de que se construya el acceso mencionado -obligado para que puedan concederle la apertura-, se termine la urbanización del plan parcial. No solo el promotor de estas instalaciones, también aquellos interesados en insalarse en el resto de parcelas con uso terciario que darán un impulso al municipio.

Si hay algo que todos reconocen del gobierno local del PP en los últimos años es su aspiración de llevar las obras a varios puntos de la localidad. La primera fase de la Avenida del Mediterráneo tuvo su colofón este año con la instalación del tecnohito, pero su segunda fase no termina de arrancar debido a otras actuaciones pendientes que la condicionan. La EPSAR tiene que acometer la adecuación de las impulsiones y estaciones de bombeo en la zona para no levantar la calle después de haber sido remodelada.

Otro de los proyectos que será trascendente para la ciudad es la implantación de la Zona de Bajas Emisiones. El Ayuntamiento ha estado haciendo los deberes estos últimos años elaborando los proyectos, licitándolos y encontrando financiación externa para asegurarlos. Sin embargo, algunas de las medidas se han estado retrasando durante meses y ahora el Consistorio, junto a otros municipios liderados por el PP como Alicante, están pidiendo que el gobierno de Pedro Sánchez establezca un marco jurídico. No ha sido hasta este 28 de diciembre cuando se ha pronunciado.

Otro de los asuntos candentes, que también arrastra desde hace años el Ayuntamiento, es el nuevo contrato de limpieza viaria y recogida de resiudos sólidos urbanos. Caducado desde 2018, el nuevo pliego ha suscitado las dudas entre técnicos municipales y se encuentra en la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico para que decidan cuál es la versión final. De momento, se ha aprobado la continuidad del servicio, fuera de los plazos de prórroga permitidos, al ser considerado trabajos esenciales para la ciudad. Así, FCC seguirá en 2023 hasta que se adjudique a una nueva empresa.

Otro de los pliegos que están centrando la atención de la ciudadanía es la de la gestión de la estación de autobuses. El Ayuntamiento se puso un plazo junto a la empresa concesionaria para licitarla y adjudicarla con el fin de dar cumplimiento a la sentencia que lo obliga. Sin embargo, esta fecha se ha sobrepasado y los técnicos siguen trabajando en esta documentación. Por lo tanto, sigue siendo una incógnita que se espera resolver para el próximo año después de tanto tiempo a la espera, condenando su área comercial al desierto.

Otra de las incógnitas está en la isla de Benidorm, después de que el Ayuntamiento presentara un proyecto para darle una nueva vida al espacio construido a día de hoy para convertirlo en un centro de intepretación medioambiental. Fue en junio de 2021 cuando Costas sacó a exposición pública el mismo sin que haya trascendido aún cuál es la resolución.

Lo que puede hacer el gobierno central

Solo queda por analizar las promesas incumplidas del gobierno central. Para empezar, una de las últimas desilusiones: la nueva comisaría. En los últimos presupuestos presentados por Pedro Sánchez para este próximo año, rompía con las previsiones lanzadas hasta el momento y dejaba sin fecha la construcción de la misma al tiempo que entraba por primera vez unas instalaciones parecidas para Dénia. Un hecho curioso que enviaba el proyecto a fase de estudio como etapa previa a la redacción del proyecto definitivo, y sin consignar partida para el 2025 como sí hicieran un año antes.


En la disposición del gobierno está la descentralización. La primera medida anunciada para tal efecto fue la instalación en Benidorm de la Plataforma Inteligente de Destino. Un proyecto que supone la inversión de 130 millones de euros para esta plataforma que se hizo pública en noviembre de 2020, pero que a día de hoy sigue dándole forma hasta su ubicación final en Invattur.

Por último, quedaría un deseo que el mundo empresarial querría que se convirtiera en una promesa ejecutable: la renovación del programa social de turismo senior, el Imserso. Unas condiciones que se encaminan a la prórroga para el próximo año a pesar de que los hoteleros han alertado de que trabajan a pérdidas. Cuestión que parece entender la Ministra de Turismo, Reyes Maroto, aunque eso de momento sea insuficiente para realizar cambios.

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