ALICANTE. Llega la hora de la contrata de gestión, tratamiento y eliminación de residuos en Alicante: el último de los grandes servicios municipales pendientes de renovar desde que se produjo el vencimiento de su duración inicial, en 2021, después de la puesta en marcha de las nuevas concesiones del servicio de transporte público en autobús y del servicio de limpieza viaria y recogida de residuos, segregado en un contrato independiente.
El equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), última ahora los trámites para contratar una consultoría externa que permita actualizar el proyecto de gestión de la planta de Fontcalent y adaptarlo a las últimas modificaciones normativas respecto al tratamiento de los desechos acordadas desde que presentase su primera versión ante la Conselleria de Transición Ecológica, en 2022, y de que fuese rechazado al no contemplar las novedades introducidas en la Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados.
De hecho, el departamento de Limpieza y Gestión de Residuos que coordina Manuel Villar ya cuenta con la partida necesaria para la contratación de ese trabajo con la intención de poder cerrar su encargo entre los meses de septiembre y octubre. Esa última revisión permitirá que pueda disponerse del nuevo proyecto de gestión de las instalaciones, que irá parejo a la convocatoria del concurso sobre su explotación, el próximo verano. Con ello, se aspira a contar con un nuevo concesionario en torno al segundo semestre de 2026, según fuentes consultadas.
Esa programación conllevará que deba acordarse la concesión de una prórroga extraordinaria respecto a la prestación actual. Desde 2021, cuando expiró la vigencia del contrato precedente (de 2013), la gestión del centro de tratamiento de residuos de Alicante continúa a cargo de la misma concesionaria (UTE Alicante, compuesta por FCC, PreZero, Inusa y Cívica) en virtud de la segunda y última prórroga prevista en el pliego del concurso, concedida en 2023.
Esa prórroga caduca en agosto de 2025 por lo que todo apunta a que, entonces, deberá concederse una renovación de carácter especial hasta que se pueda disponer de un nuevo contratista. Se trata, según fuentes consultadas, de una posibilidad que quedará al alcance del ayuntamiento siempre que, en ese momento, se haya iniciado la licitación del nuevo concurso.
No obstante, el propósito del departamento de Limpieza y Gestión de Residuos es continuar apostando por acometer actuaciones de renovación y modernización de equipos en el centro de tratamiento, de titularidad municipal, sin esperar al lanzamiento del concurso para encontrar un nuevo operador, en el que se seguirá requiriendo la ejecución de inversiones adicionales.
De hecho, fuentes municipales sostienen que ya se ha promovido proyectos para la incorporación de maquinaria por valor de más de 12,6 millones, entre los que figura la adquisición de dos trómeles para el triaje y separación de residuos. En esa suma, se incluyen también los proyectos para mejorar el tratamiento de los biorresiduos y la generación de compost.
Está por ver qué otras instalaciones o adaptaciones se consideran necesarias en el nuevo proyecto de gestión, frente a las previstas en el documento inicial, en el que se planteaba que el futuro concesionario del funcionamiento de la planta asumiese la ejecución de mejoras por valor de 71 millones.