ALICANTE. La cadena alicantina de tiendas de artículos de hogar Ale-Hop quiere volver a la 'milla de oro' de Alicante, la avenida de Maisonnave, donde cerró su anterior local en 2013. Según han confirmado fuentes del sector inmobiliario, la firma de la familia Grimalt ultima su regreso a la avenida con una gran tienda en uno de los locales propiedad de los hermanos Héctor y Manuel Colonques, propietarios de la mitad de Porcelanosa.
El local, muy próximo al que ocupó la antigua tienda de Ale-Hop en la avenida, se quedó vacío este verano tras el cierre de los comercios impuesto por el primer estado de alarma como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Hasta entonces lo ocupaba la franquicia de moda Macson, y tras quedarse vacante la propiedad llevó a cabo una importante reforma para modernizar el inmueble y ganarle escaparate a costa de los antiguos cajeros del Banco Sabadell (el local fue históricamente una sucursal bancaria).
La ubicación y el tamaño del bajo comercial llamaron la atención de varios operadores del retail interesados, pero finalmente será Ale-Hop quien se lo quede, según estas fuentes. El alquiler ha sido intermediado por la consultora inmobiliaria CBRE, según ha podido saber Alicante Plaza. Sin fecha para la apertura por ahora, la operación permitirá a la enseña de Ondara recuperar su tienda a pie de calle en una de las arterias más transitadas de la capital alicantina. Esta será, si no hay antes alguna sorpresa, la primera apertura en la avenida tras varios cierres y traslados desde que estalló la pandemia.
En estos momentos, la cadena de la vaca cuenta con tres tiendas en la capital alicantina, la principal de ellas en la Rambla, donde acaba de llevar a cabo también una profunda reforma y está a punto de reabrir. Asimismo, la enseña de Ondara tiene otra tienda en la estación del AVE de Alicante, y una tercera en el centro comercial Plaza Mar 2. Habitualmente, la firma (que viene apostando por las tiendas propias tras una época en la que potenció la franquicia) busca emplazamientos con buena visibilidad en lugares con mucho paso de peatones, como es el caso.
La red de tiendas físicas de Ale-Hop roza los 200 puntos de venta, tres cuartas partes de los cuales son propios y el resto con cesión de marca. Además de crecer en metros cuadrados, la enseña de los Grimalt viene invirtiendo en los últimos años para renovar sus establecimientos, tanto en su imagen como en sus prestaciones tecnológicas. Asimismo, aunque hasta entonces se había resistido a entrar en el canal online, la firma puso en marcha durante la pandemia y el cierre total su propio ecommerce.
Ale-Hop es una de las empresas más rentables de la provincia de Alicante, como evidencian las últimas cuentas anuales aprobadas por el grupo, correspondientes a 2019. Con una facturación de 140 millones de euros, el doble que tres años antes, la cadena de la vaca convirtió en beneficio uno de cada cuatro euros y medio que ingresó en las tiendas, con un resultado de más de 30 millones de euros después de impuestos. La empresa se financia con recursos propios, sin recurrir a los bancos, y emplea a unas 1.300 personas.