Así será el skyline de Calp: corrige su política de libertad de alturas y 'armonizará' los futuros edificios
Así será el skyline de Calp: corrige su política de libertad de alturas y 'armonizará' los futuros edificios
CALP. Otra operación 'canje' en el litoral de Calp. Ante la ausencia de solares vírgenes en primera línea del mar, un grupo de inversores, especialmente, de nacionalidad rusa, están adquiriendo parcelas ocupadas por viejos chalés o edificios de primera línea del mar para levantar torres de hasta 16 alturas, o de hasta 19 alturas, según el caso. El último cambio en autorizarse ha sido el del solar de la antigua Casita Blanca, que hasta el mes de mayor fue ocupado por una de los primeros chalés de la Cala del Cantal Roig, en 1940, y que en unos meses será un edificio de hasta 16 alturas. Cultura ha dado bueno el visto a la operación.
No es la primera vez que se da este tipo de operación. A principios de año, esos mismos inversores adquirieron el edificio Calalga, en la playa de la Fosa, para derribarlo y en su lugar, levantar una nueva torre de 19 alturas. La concesión de licencia no suelen tener problema alguno porque se trata de solares ubicados en zonas urbanas consolidadas.
Sólo había dudas en el solar de la antigua Casita Blanca, donde se encontraron unas antiguas monedas. Entonces, el asunto se llevó a Fiscalía y el promotor encargó un estudio arqueológico para ver si las monedas halladas tenían valor por su cercanía con el yacimiento de los Baños de la Reina. Esta semana, la Conselleria de Cultura ha comunicado al Ayuntamiento de Calp que autoriza la reanudación de las obras en la parcela conocida como Casita Blanca tras ser paralizadas por el propio consistorio el pasado mes de agosto por esta cuestión.
En julio de 2019, el consistorio calpino, integrado por PP y Cs, otorgó licencia de construcción en dicha parcela al considerar que se cumplían los requisitos necesarios para la viabilidad del proyecto. Entonces, indica el ayuntamiento, no se consideró la necesidad de solicitar un informe arqueológico al encontrarse la parcela fuera del área de posible interés arqueológico (APIA). El asunto llegó a Fiscalía y el ayuntamiento, tras tener conocimiento del hallazgo de las monedas, decidió suspender la licencia y solicitar a la empresa que recabase información al respecto. El promotor de la obra contrató a una empresa para realizar catas arqueológicas que fueron remitidas a la Dirección Territorial de la Conselleria de Cultura para su análisis e informe.
Como resultado de todo ello, el pasado 14 de octubre el ayuntamiento recibió la notificación de la Consellería de Cultura en la que “autoriza, a los efectos de la afección al patrimonio arqueológico, las obras de edificación en el solar situado en la C/Portugal nº9 de Calp, parcela conocida como La Casita Blanca.
Desde que saltara la polémica, tanto con el solar de Calalga como en el de la Casita Blanca, el ayuntamiento ha defendido la legalidad de ambas operaciones. Y ha puesto en valor los cambios urbanísticos introducidos en los últimos meses que permiten que se alcen menos edificios en este tipo de parcelas. Fue con el nuevo mandato cuando se aprobaron las medidas de ocupación de cada parcela y de esta manera se estableció nuevos parámetros que vienen a homogeneizar el tipo y escala de edificación de las zonas de Morelló, Ifach, La Fossa y Saladar.
Como explicó el concejal de Urbanismo, José Manuel del Pino, de Cs, ahora rige una relación entre la dimensión de la parcela máxima y mínima con la ocupación máxima y mínima de las mismas, es decir, se establece una valor máximo y mínimo para homogeneizar el tipo de construcción de estos sectores. Esta norma corrigió una anterior de libertad de alturas, que fue validada por el TSJ.
La medida determina tres tipos de parcela: en el caso de la Fossa, Morelló e Ifac, las parcelas de entre 500 m² y 3000 m² podrán asumir un edificio, las parcelas de estos sectores que tengan entre 3000 m² y 6000 m² asumirán dos edificios y entre 3500 m² y 7000 m², tres edificios.
Y eso es lo que ha permitido que tanto en la Casita Blanca como en Calalga se construyan una sola torre, y no dos, pese a que la parcela inicialmente sí tenía capacidad para más. Así que a la política de canje de edificios viejos por nuevos le queda la consolación de que sólo se puede hacer una torre, y no dos.
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