ELCHE. El cese de Miguel Molina Picazo, hasta ahora jefe de prensa de Ciudadanos en Elche se gestó a las espaldas de numerosos cargos de la formación, tanto a nivel local como autonómico, como ya adelantó Alicante Plaza el viernes. Una situación que en cualquier caso tampoco ha sentado nada bien en el seno de la formación a nivel local, y por la que afiliación y entorno del partido piden explicaciones a David Caballero, portavoz y líder del grupo municipal, quien tomó la decisión junto a la secretaría de Acción Institucional.
Sólo el secretario de Acción Institucional de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana, Jesús Gimeno, ha respaldado la medida adoptada por Caballero. "Había una pérdida de confianza con el jefe de prensa y se ha adoptado esa decisión. Había razones para adoptarla y es correcta", ha defendido Gimeno, quien no ha querido entrar a valorar la valía profesional de Molina Picazo. "No se trata de su valía; es una pérdida de confianza, David Caballero ha actuado como debía y eso era competencia de Acción Institucional, que sí ha avalado la decisión; no tenía porque consultar a nadie más", ha insistido, en declaraciones a Alicante Plaza.
Pero la decisión ha sido repentina, algo que nadie se esperaba. Ni el propio Molina, que se enteró de la noticia el jueves a mediodía, después de haber estado por la mañana con Caballero como un día cualquiera. Sin embargo, al llegar a su despacho en las oficinas del grupo, un funcionario le entregó la notificación por el cese, algo de lo que la propia edil Eva María Crisol no tenía constancia. Casualmente, ese mismo día, el otro concejal, Juan Antonio Sempere, mano derecha de Caballero, no apareció por la sede. Tras la entrega, el portavoz municipal no se dirigió al ya exjefe de prensa. Ni siquiera por la noche, cuando ambos coincidieron en la reunión de la gestora del Centro - Este —una de las tres gestoras creadas de cara a las elecciones—.
Sin embargo, el tema salió a relucir como se esperaba, y afiliados y miembros de la gestora se echaron encima de Caballero, inquiriéndole que de quién había sido la decisión, a lo que este siguió explicando que era cosa del partido. Sin embargo, la única potestad de ordenar el cese es del líder del grupo municipal, que luego tiene que firmar el alcalde. Una coyuntura que ha llegado a instancias nacionales, ya que Molina defiende tener amplio respaldo de todo el mundo, como mostró la jornada formativa celebrada el pasado sábado en el Marq de Alicante. Una situación normal, como la de la cena del martes mantenida por los cargos en Elche.
Sea como fuere, la decisión no ha sentado nada bien en el seno de la organización a todos los niveles, también local, ya que no es lógico un despido así un 20 de diciembre, explica Molina, que llevaba un año y dos meses como jefe de prensa. En cualquier caso, el caso está ahora en manos de la formación en instancias superiores. Una situación que puede haber empeorado la ya de por sí dudosa candidatura de Caballero a alcaldable para mayo de 2019. Unos rumores cada vez más fuertes y una decisión que antes de entrar Molina ya parecía estar clara en el seno del partido. Por parte del portavoz, no ha hecho declaraciones sobre el asunto, tan sólo se ha limitado a explicar que el partido cambia a asesores constantemente.