ALCOY. A principios de año, la Unión Alcoyana anunció la jubilación de su histórico consejero delegado, Enrique Rico Ferrer, y comunicó su relevo: desde el mes de junio, el cargo lo ocupa su hijo, Enrique Jorge Rico Albert, que además accedió como consejero en sustitución de Mónica Pascual Bernabeu. Pese a su salida de los órganos ejecutivos por su jubilación, Enrique Rico Ferrer ha sido nombrado este mes julio nuevo vicepresidente de la compañía.
De esta manera, el consejo de administración de la aseguradora alcoyana queda con Ana María Mataix Araño como presidenta (y máxima accionista, con un 15% de los títulos); Enrique Ferrer Rico, como vicepresidente -tras la salida de Mónica Pascual Bernabeu-; y como consejeros Francisco Matarredona Soler; León Grau García; Rafael Silvestre García; Desamparados Espinós Pérez, y el propio Enrique Jorge Rico Albert. Se trata de los principales accionistas de la compañía, a excepción de Rafael Pascual Albero, que tiene un 2,3% de las acciones, pero no figura en el consejo.
La Unión Alcoyana cerró el pasado año, 2018, con unas cifras de facturación que se sitúan entorno a los 48,27 millones de euros, lo que supone un 2% de crecimiento con respecto a 2017. La entidad dispone de una red de más de 500 mediadores distribuidos por la Comunitat Valenciana, Región de Murcia, Castilla la Mancha y Andalucía y cuenta con una plantilla de más de 100 empleados.