CESIÓN TEMPORAL

La Generalitat negocia en Cuba la ‘repatriación’ de 32 sorollas

El Gobierno valenciano quiere reeditar y mejorar la exposición que ya se hizo en los 80 a partir de los fondos del Museo de Bellas Artes de La Habana

14/10/2016 - 

LA HABANA/VALENCIA. El viaje a Cuba del president de la Generalitat, Ximo Puig, y 23 empresarios valencianos está dejando también sus réditos en lo que se refiere a las operaciones de gestión cultural y de patrimonio. Si en la mañana del miércoles conocíamos el proyecto para coproducir una serie de televisión con el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, por la tarde se concretó a través de las fuentes desplazadas hasta La Habana que se han iniciado las negociaciones para ‘repatriar’ las 32 obras de Joaquín Sorolla que posee el Museo Nacional de Bellas Artes situado en la capital.

El pasado lunes sucedió la primera de las reuniones para este proyecto, que trata de reeditar y mejorar la exposición Los Sorolla de la Habana, que se inauguró el 30 de enero de 1985 en el Centre Cultural de la Caixa d’Estalvis de València, la actual sede de la Fundación Bancaja en la Plaza de Tetuan. En este caso, además de los representantes de la Generalitat, estarían intercediendo responsables de la Fundación Aguas de Valencia, para tratar de llegar a un acuerdo con las autoridades cubanas y responsables del citado centro cultural en este traslado. En el mismo, se estaría negociando, además, la incursión de otras obras de autores valencianos como Mariano Benlliure, Julio Vila Prades o Manuel Benedito.

En esta operación parece ser clave por ambas partes la intención de que algunas obras, en el preciado viaje, puedan ser restauradas o saneadas. Este extremo es una de las bazas con las que cuenta la Fundación Aguas de Valencia, que financiaría en gran medida parte de la cesión. El proyecto en su conjunto supone un costoso movimiento entre los dos países entre los que, por el momento, cabe una negociación que en el pasado logró que tanto la ciudad de Madrid como la capital valenciana pudieran asomarse a un Sorolla todavía desconocido por una parte de los valencianos.

Más allá de ese sentido completista que pudiera activar el interés del público valenciano y europeo, lo cierto es que la colección cuenta con obras de gran relevancia. Todas ellas se comprenden entre los años 1890 y 1910, la etapa de esplendor del éxito, con un Sorolla consolidado en su posición y generando una cantidad ingente de obra. La intención de la Generalitat es la de mejorar incluso la muestra del 85, abierta durante tan solo un mes en Madrid y otro en Valencia hace más de 31 años, y que estuvo organizada por el Museu de Belles Arts de València y comisariaza por Felipe Garín, entonces director de la institución.

 En ella ya se disfrutó de la llegada de obras como Pescadores valencianes (1908) o Fent-se a la mar (1908), directamente entre las obras más relevantes de toda su vida según cualquiera de los análisis críticos. De ambas se ha hablado en Cuba, como inmersas en el proyecto, así como de Entre naranjos (1903), Generalife. Granada (1910), Idilio en el mar (1908), Xiqueta (1910, en la foto lateral) o Les regates (1908), entre otros. Estas piezas se expusieron por primera vez en Valencia en 1985 –con una notable implicación del Ministerio de Cultura dirigido por Javier Solana en aquella ocasión- y, más de un siglo después la creación de la mayoría de ellas, podrían tener una oportunidad más para mostrarse en la ciudad de Sorolla.

Con obras que muestran tendencias que pueden ir desde el naturalismo nórdico al impresionismo, la colección cubana de Sorolla cuenta ahora –según la información de la comitiva en el país caribeño- de 32 obras. En la exposición de 1985 fueron 31 las que se exhibieron. Todas ellas llegaron hasta Hispanoamérica a través de las transacciones comerciales que el pintor mantenía a través de distintos agentes y que, no sin ciertas dificultades, ya documentó el conservador Florencio de Santa Ana en el catálogo de Los Sorolla de la Habana.

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