José Luis Sáez, alcalde de Guardamar, en los premios Aefa. Foto: PEPE OLIVARESGUARDAMAR DEL SEGURA. José Luis Sáez es alcalde de Guardamar del Segura, del PSPV-PSOE, y además, Juez de Aguas dentro del Juzgado Privativo de Aguas de la localidad costera. Las consecuencias de las lluvias torrenciales y los fenómenos costeros azotaron este septiembre al municipio de la Vega Baja, lugar clave para el desagüe del río Segura, justo en su desembocadura. El episodio de la gota fría ha servido para reflexionar sobre el mantenimiento del cauce del río y su gestión, a lo largo de años por parte de distintas administraciones. Para Sáez, no se ha hecho el trabajo previo adecuado y en esta conversación con Alicante Plaza, analiza el momento previo de la emergencia y qué medidas se tendrían que tomar para el cuidado de la cuenca del Segura.
¿Qué consecuencias han traído traído las inundaciones y la riada de septiembre a Guardamar del Segura?
Muchos días con consecuencias. Básicamente el municipio se vio afectado el jueves 12 con la entrada tierra adentro de una manga marina que afectó a muchos edificios públicos, en el casco urbano y también a mobiliario urbano, árboles y vehículos. Las lluvias sumaron 185 litros por metro cuadrado en dos días, con anegaciones importantes. Hay bastantes problemas en la playa. La llegada de cañas, enseres desde la desembocadura del río Segura y la rotura de las aguas a afectado a muchas instalaciones. Aún se sigue trabajando en la retirada de cañas, residuos, plásticos y animales muertos en las playas. Ya van tres semanas de trabajo día y noche y aún queda labor por hacer.
¿Cómo valora la gestión de la CHS en esta emergencia? ¿Qué se podía haber mejorado ya sea por parte de la Confederación como de otras administraciones?
La pasada semana ya lo transmitimos a la CHS en Murcia, no estamos contentos. No ya con la gestión de la emergencia, sino con el trabajo previo que no se ha hecho. Había avisos por varias partes para las mejoras y posibles desperfectos del cauce. El desbroce adecuado y necesario no se había hecho desde hace años y había más cuestiones sin afrontar. El cauce del Segura parece que no importa a nadie, por lo tanto los daños ante fenómenos como el de septiembre se magnifican. Ya les planteamos en la reunión pasada que no estábamos de acuerdo con la gestión.
¿Cuándo, cómo se tomó la decisión de la apertura de un segundo canal entre el cauce viejo y el nuevo? ¿Fue clave para resolver la situación?
Luchamos varios días para abrir la bocana. Esa decisión tardó más días de lo previsto, porque no había ningún técnico designado, durante la emergencia, en la desembocadura del río Segura. No se tuvo en cuenta esa decisión, a pesar de las llamadas telefónicas que realizamos pidiéndolo. En esos momentos los técnicos estaban en las motas, tratando de repararlas. Se tardó unas 40 horas en tomar la decisión, no se atendió con diligencia.
¿Estaba el cauce en condiciones óptimas? ¿Se tomaron medidas con antelación? Que mas fallaba? ¿Por qué?
No, no lo estaba. Este año se realizaron en el área limpiezas muy puntuales. La limpieza se hacía, además de manera parcial, porque se debía desbrozar. Lo que hicieron fue cortar las cañas y triturarlas pero no se recogieron los restos, que flotaban en el agua y todos esos restos han sido arrastrados y han obstaculizado el paso del agua y provocado inundaciones más serías de lo que serían con un cauce más cuidado.
¿Qué es lo que se podría haber evitado?
Los daños son previsibles y evitables. El daño mas grande de esos días fue la rotura del cauce. Si el mantenimiento hubiese estado bien, los daños no habrían sido tan graves. Las roturas que provoca el agua descontrolada han sido las que han provocado las anegaciones en huertas y municipios. De estar más cuidado, los daños serían más puntuales y no tan generales.
¿Qué medidas se deben adoptar en el futuro en el cauce del río Segura?
Sobre todo, tener el cauce en condiciones en cuanto a limpieza y desbroce, que el agua pueda salir con fluidez en su desembocadura. También es necesario que se revisen las motas y obras de refuerzo en los diques, con el fin de que el agua, en las curvas, no rompan el cauce del río. Se debe tener las instalaciones en condiciones. Además, en las pasadas lluvias la situación se agravó por las compuertas y azarbes sin uso que se quedaban atascados. Se dio un desagüe incorrecto con anegaciones. Revisar estas cuestiones sería un principio.
¿Se debe investigar la gestión de la CHS? ¿Comparte la iniciativa judicial adoptada por los regantes?
Sí, lo considero y como Juez de Aguas he apoyado esa iniciativa. Se debe investigar a la CHS pero no solo a la confederación, también a las comunidades de regantes. No se debe focalizar solo en una parte la responsabilidad, sino en todas aquellas que en las que debe haber mejoras para que el resultado sea eficaz.
¿Qué ha pasado con el patrimonio de Guardamar? ¿Hay valoración de daños?
Se ha hecho, de momento una estimación económica, pero muy inicial. Falta aún por valorar los daños en a huerta. Aún no nos podemos lanzar a dar cifras. Lo que sí es evidente es que hay bastante daños en mobiliario y que la inversión en las playas ha alcanzado los 250.000 euros solo para las labores básicas. Además, esperamos pronto sacar adelante la medida para el dragado de urgencia del puerto, al que se destinan 300.000 euros. El área del puerto está muy afectada y el tráfico está interrumpido. Esperamos volver pronto a la normalidad.
