ALICANTE. El primer informe emitido por la Conselleria de Cultura para evaluar la posible declaración del antiguo Cine Ideal como Bien de Interés Cultural (BIC) solo ve acreditada la existencia de su valor histórico y cultural por el papel que desempeñó antes, durante y después de la Guerra Civil. De modo que, por el momento, no se pronuncia sobre si merece o no ese reconocimiento a la espera de poder disponer de mayor información sobre su valor arquitectónico y artístico, al no poder juzgar su estado actual por las demoliciones internas que se practicaron hace cerca de una década.
En concreto, ese dictamen preliminar, emitido por la Jefatura del Servicio Territorial de Cultura el 12 de noviembre, subraya que el edificio posee "un incuestionable grado de relevancia" por lo que respecta a su función original: el inmueble se construyó entre 1924 y 1925 como espacio para la exhibición cinematográfica y es la única referencia que se conserva entre los grandes cines monumentales "con gran aforo y pantalla única sobre escenario" construido "como expresión simbólica del gusto y la preeminencia de la burguesía".
Pero, además, incide en los usos que se le concedieron después. Según el informe, "su capacidad y sus funcionalidades hicieron de él un escenario clave en el adoctrinamiento de masas en el contexto de la Guerra Civil y la Posguerra". Así, destaca que "al comienzo de la contienda, la programación del cine Ideal se alineó con el ideario republicano afín a la revolución proletaria". Y precisa que "en 1937 fue incautado por la Federación Española de la Industria del Espectáculo Público de España de la Unión General de Trabajadores, convirtiéndose en escenario privilegiado de la acción propagandística del Partido Comunista, junto con el Teatro Principal".
En esta línea, añade que, después, "en el contexto de la ocupación de la ciudad de Alicante por las tropas franquistas, el cine Ideal fue habilitado provisionalmente como centro de distribución de alimentos y de internamiento de mujeres, pasando a difundir propaganda del régimen vencedor de la contienda al retomar las proyecciones".
El informe también valora su singularidad urbanística en la medida en que "ocupaba un papel central en la articulación del eje burgués del ocio, entre la avenida de Alfonso el Sabio y el frente litoral". E, igualmente, juzga sus peculiaridades arquitectónicas, como edificio construido ex profeso para la exhibición de películas, con una estructura organizada para ajustarse a la estructura social del momento. En esta línea, concreta que el inmueble se compone de "tres cuerpos prismáticos cuadrangulares" que describe con precisión:
"El primero, con cubierta plana, acogía el vestíbulo que daba acceso al patio de butacas y a a la grada y los palcos de primera planta, espacios reservados a los espectadores con mayor poder adquisitivo. El segundo y central, de menor altura, mayor anchura y cubierta a dos aguas de teja plana alicantina sustentada por cercha metálica, constituía una gran nave diáfana donde se ubicaba el gran patio de butacas. El tercero, con cubierta central a dos aguas flanqueada por las cubiertas planas correspondientes a las cajas de escaleras, acogía el escenario y la pantalla de proyección, y servía para dar acceso diferenciado al público de la segunda planta, la popular grada de gallinero".
El informe destaca que fue utilizado como escenario para el adoctrinamiento de masas por el Partido Comunista y por la Dictadura, pero no se pronuncia sobre si merece o no ser reconocido como BIC a la espera de más información
No obstante, a partir de la información analizada hasta ahora, el informe no cree demostrada la existencia de un valor arquitectónico y artístico que pueda "sustentar de manera incontrovertible la singular relevancia patrimonial del inmueble" como para justificar su reconocimiento como BIC.
El motivo no es otro, según se aduce, que la imposibilidad de emitir un juicio técnico, por las ya citadas demoliciones internas que se ejecutaron cuando el cine dejó de exhibir películas. De ahí que se apunte que: "Las demoliciones practicadas en el espacio interior del inmueble con posterioridad a la pérdida de funcionalidad originaria no permiten formular en primera instancia un juicio técnico favorable a la incoación del expediente para la declaración del cine Ideal de Alicante como bien de interés cultural que resulte incuestionable".
Por ello, tras esa primera valoración, considera necesario requerir al solicitante de la declaración de BIC, el portavoz municipal del PSPV-PSOE, Paco Sanguino, "la aportación de cuantos informes y documentación técnica que resulte necesaria para sustentar de manera incontrovertible la singular relevancia patrimonial del inmueble".
Eso sí, a modo de conclusión, el dictamen sí apunta que el edificio reúne las condiciones necesarias para ser considerado Bien de Relevancia Local (BRL): una figura de protección de escala menor que el BIC. De hecho, el informe conmina al Ayuntamiento a incluirlo con esa condición en el catálogo de protecciones, dado que ya se encuentra incluido en el inventario de bienes bélicos y civiles relacionados con la Guerra Civil en Alicante, y ese es uno de los requisitos que conllevan su reconocimiento como BRL a partir de la Ley 9/2017 de modificación de la Ley 4/1998, del Patrimonio Cultural Valenciano.
Así, según apuntó el propio Sanguino este viernes, el artículo 4 de la Ley 9/2017 del 7 de abril contempla la protección del patrimonio histórico y arqueológico civil y militar de la Guerra Civil en la Comunitat Valenciana, además de los espacios singulares relevantes e históricos de la capitalidad valenciana, como todos aquellos edificios que se utilizaron como sedes del gobierno de la República, además de los espacios relevantes que utilizaron personajes importantes de nuestra historia durante el período de guerra de 1936 a 1939. Todos estos inmuebles deben estar construidos con anterioridad al año 1940.
Y añadió que "este requisito lo cumple con creces el Cine Ideal, ya que por una parte su construcción es anterior a 1940, y por otra, fue un centro de reclusión finalizada la contienda, como otros espacios de la ciudad. Este hecho revela la importancia de mantener una comisión no permanente sobre la Memoria Histórica, bajo la responsabilidad de la Concejalía de Cultura como solicitó el grupo municipal socialista". Por ello, Sanguino instó al equipo de Gobierno, el bipartito compuesto por PP y Cs, "a aplicar la ley y revisar aquellos inmuebles que lo requieran para proteger nuestro patrimonio histórico y cultural".
Por lo pronto, su reconocimiento bajo la figura de BRL es un trámite que ya se ha iniciado desde la Concejalía de Urbanismo que coordina el edil Adrián Santos Pérez (Cs) durante la fase de revisión del catálogo de protecciones que se pretende aprobar entre los meses de enero y febrero, como ya ha informado Alicante Plaza. Como también ha informado este diario, ni la asignación de esa figura ni su posible declaración como BIC impediría que se desarrolle el proyecto impulsado por el Grupo Baraka para transformar el edificio en un hotel de cuatro estrellas, siempre que el proyecto de rehabilitación se ajuste a las condiciones de protección arquitectónica que se delimiten en el caso de ser declarado BRL o BIC. Ninguno de esos dos reconocimientos modifica los usos previstos en el edificio, entre los que se encuentra el uso terciario-hotelero.
Esa es, precisamente, la petición que ya ha cursado la Plataforma Salvem l'Ideal con el fin de que se garantice la protección del edificio y su recuperación para su uso público. En concreto, el colectivo planteó la posibilidad de que se suspendiesen licencias en la zona durante el tiempo en el que se demorase la entrada en vigor de la modificación del Plan Especial del Centro Tradicional que resultaría necesaria para impedir el desarrollo del proyecto hotelero. Por el momento, el equipo de Gobierno no ha facilitado una respuesta oficial a esa solicitud.