ALICANTE. A la revista Canelobre que edita el Instituto de Cultura Gil-Albert también le pilló el confinamiento: tenía el número 70 terminado en febrero, pero no pudo presentarse al público con el decreto del Estado de Alarma. Así que este jueves, la Diputación de Alicante ha acogido su reentreé en la vida cultural con la presentación del monográfico El Agua en la provincia de Alicante. Territorio, Patrimonio e Innovación, un trabajo coordinado por los profesores de la Universidad de Alicante Joaquín Melgarejo y Concha Bru, que es fruto de la anterior equipo directivo del Gil-Albert (liderado por José Ferrándiz), pero que lo ha tenido que presentar el nuevo organigrama, con María Teresa Pérez Vázquez, y el nuevo presidente de la Diputación, Carlos Mazón.
El monográfico cuenta con 22 artículos distribuidos en seis bloques: Marco territorial y clima, agua y medio ambiente, el agua como modeladora del paisaje; Recursos de agua: superficiales y subterráneos, reutilización y desalación, Viajes y trasvases; Cultura, patrimonio del agua y marco institucional y organizativo; Regadíos históricos, aprovechamiento del agua y paisaje; Nuevos regadíos, optimización de recursos y huella hídrica en el sector agrario y Agua.
El número contiene un capítulo especial sobre la DANA de septiembre de 2019 y también analiza el papel del agua sobre el paisaje y los humedales. Además, en otros apartados se estudian las cuevas subterráneas y el agua en superficie, así como la reutilización, desalación y los trasvases. También hay un capítulo sobre legislación y otro sobre el marco institucional, mientras que los últimos bloques están dedicados al futuro de la utilización del agua en la agricultura y en los abastecimientos urbanos y, finalmente, se incluye como anexo el Pacto Provincial del Agua, suscrito por todos los partidos políticos y sindicatos el mandato pasado.
La presentación ha corrido a cargo del nuevo director de Revistas del Gil Albert, Héctor Fernández, y ha tenido como invitado especia al Jorge Olcina, que es el autor, junto a Carlos J. Baños, del primer artículo de la revista, El agua que llueve: diversidad territorial, riesgos y cambios. Olcina ha destacado el valor de la obra publicada y ha recordado que el trabajo que realizan las universidades sobre el agua es uno de los más reconocidos, incluso fuera de España. El responsable del Departamento de Análisis Regional y Geografía Física de la UA también ha explicado las situaciones extremas que vive la provincia de Alicante en cuestiones hídricas y para ello ha citado el callo de los datos de lluvia registrados en Xàbia en 1957 con casi 800 litros por metro cuadrado en un solo día o los 89 que cayeron en un año, en 1994, en San Miguel de las Salinas. También ha destacado el modelo de gestión del agua de Benidorm, uno de los más eficientes, y el de Alicante, con doble sistema, uno para el suministro, otro para el riego de jardines.
Después han tomado las palabras los coordinadores del monográfico. Tanto Bru como Melgarejo, quienes han desgranado en sus intervenciones el contenido de la revista, han coincidido en destacar el trabajo del equipo que ha hecho posible este monográfico sobre el agua, con un enfoque académico y de investigación, pero también divulgativo. Bru ha insistido más en los trabajos previos con las que ya cuenta la provincia de Alicante, como los iniciales sobre la puesta en marcha del trasvase Tajo-Segura, y en que la experiencia de la cultura del agua de la provincia ha sido expuesta en múltiples foros, incluso internacionales, en los que ya se ha hablaba de cambio climático en los años 80.
Por su parte, Melgarejo se ha centrado más en las infraestructuras. Ha destacado la importancia tanto del trasvase Tajo-Segura, y su eficiente sistema de distribución de agua a un precio muy asumible, y la Mancomunidad de Canales del Taibilla, que suministra a más de un millón de personas. "La mancomunidad es junto al aeropuerto la gran obra que ha permitido el crecimiento de la provincia de Alicante: suministra a polígonos, ciudades, a la construcción, al turismo, etc", ha firmado. Sí que se ha detenido el criticar la parálisis del trasvase Júcar-Vinalopó, una obra de 400 millones de euros, que se proyecto para solventar una problema ambiental como es la sobreexplotación de los acuíferos del Vinalopó. El cambio de toma, de Cortés de Pallás al Azud de la Marquesa, mantiene el trasvase paralizado.
Posteriormente, ha tomado la palabra la directora del Gil Albert María Teresa Pérez Vázquez, quien ha hablado en nombre de la vicepresidenta primera y diputada de Cultura, Julia Parra, ha señalado que la problemática hidráulica “es un asunto fundamental en el que las instituciones tenemos que entrar de lleno por su trascendencia y necesidad y porque así nos lo reclama una amplia mayoría de la sociedad”.
Por último, ha cerrado el acto Carlos Mazón. El presidente de la institución provincial ha felicitado a los autores de la obra y ha ensalzado que el monográfico de Canelobre "habla del agua en su integralidad tanto desde el punto de vista provincial, de norte a sur y de costa a interior, como desde el punto de vista de los distintos tratamientos, su historia, su cultura, su capacidad de crear riqueza en los sectores productivos y su respeto al medio ambiente”. Ha resaltado “el rigor y la eficiencia de los trabajos presentados, que nos ayudan a ofrecer de nuevo una razón más para esa cultura provincial del agua que tanto necesitamos, desde la convicción de que estamos defendiendo algo que protege y ayuda a nuestra ecología y a nuestro medio ambiente y que es compatible con el agua que necesitamos, porque tan solo protegiendo una huerta evitaremos que venga un desierto”.
Mazón ha insistido en la importancia de divulgar esta revista porque “nos ayudará a que, lejos de tener la guerra del agua, tengamos puntos de encuentros con la contundencia y el respeto que debemos tener y con el equilibrio de nuestros recursos. Porque no hay otra región de España donde se haya estudiado, trabajado y analizado más la cultura del agua y su aprovechamiento como en la provincia de Alicante”, al tiempo que ha concluido que el agua “forma parte de nuestro patrimonio y ese es el pacto del que necesitamos no salir y defender con el rigor del estudio académico, científico y la demostración real”. Y por último, ha citado una anécdota sobre la presentación del primer Plan Hidrológico Nacional, diseñado por Indalecio Prieto, que fue presentado en Alicante en 1930, algo que también se relata en el Canelobre.
Además de la participación de Bru, Melgarejo y Olcina, esta edición, incluye las firmas de Carlos J. Baños, Samuel Biener, Antonio Prieto, José Navarro, Concepción Pla, David Benavente, Juan Carlos Cañaveras, Ernesto García, Miguel Fernández, José Miguel Andreu, Rebeca Palencia, Antonio Jódar, Daniel Prats, María Inmaculada López, Mª Magdalena Martínez, Francisco J. Abellán, Jorge Payá, Andrés Molina, Gregorio Canales, María Dolores Ponce, Pablo Giménez, Juan Antonio Marco, Margarita Box, Asunción Brotons, Joaquín Santo Matas, Herminia Puerto, Carmen Rocamora, Pablo Melgarejo, Ricardo Abadía, Pilar Legua, Juan José Martínez-Nicolás, Marco Antonio Oltra, Félix Jiménez, Patricia Fernández, J.Fernado Vera, Álvaro Francisco Morote, María Hernández, Miguel Ángel Pardo, Ignacio Casals, Jorge Ballesta y el Museo Aguas de Alicante.