ALICANTE. Las campañas anuales de excavación realizadas en los últimos años en el yacimiento arqueológico de Lucentum han ido arrojando nuevos descubrimientos sobre la magnitud de la antigua ciudad romana: una puerta hacia el litoral, que ahora se sabe que era la entrada principal y no la puerta oriental, como se pensaba; unas construcciones a los lados de esta nueva entrada descubierta, que son con dos torres simétricas y huecas para proteger las esculturas que daban la bienvenida a los visitantes y, además, servían para monumentalizar la puerta y ser vista desde el mar; una poterna o puerta pequeña que servía para entrar y salir sin ser vistos en momentos en los que había que defenderse, etcétera. Descubrimientos que ahora estarán a la vista del público, a partir de finales de diciembre, cuando finalice la última actuación que está llevando a cabo la Diputación de Alicante.
En el año 2020 se encontró esa poterna que atravesaba la muralla de la puerta oriental como salida secundaria para atacar al enemigo en momentos complicados, aunque parecía no tener sentido ya que al estar en la muralla principal era fácilmente visible. Sin embargo, en estas actuaciones también se ha visto una muralla posterior que la ocultaba y que da buena muestra de la sofisticación de los sistemas defensivos que se habían implementado. "Al principio parecía que en Lucentum no pasaba nada porque no había muestras de este tipo de elementos defensivos", explican los arqueólogos responsables de esta actuación. Antes de que esta poterna viera la luz en la parte norte de la ciudad se encontró la puerta principal de la ciudad, orientada al mar, justo en el lado contrario. "Se podía ir de una punta a la otra de la ciudad por un camino que comunicaba las dos puertas", explican.
En el momento del descubrimiento se pensó que era una simple salida al mar para atajar el camino. Sin embargo, las sucesivas excavaciones dieron con unas construcciones simétricas a ambos lados de la puerta, que bien podrían ser unos monumentos funerarios que presidían los enterramientos que se solían hacer en los márgenes de los caminos, pero no se trataba de eso sino de dos torreones huecos, con pavimento interior, que con mucha probabilidad albergaban estatuas o esculturas que daban la bienvenida a los viandantes. "Al mismo tiempo, servían para monumentalizar la puerta y que fuese vista desde el mar, indicando al navegante que es ahí hacia donde debía ir si quería llegar a Lucentum", explican. Un camino exterior en el que se ha encontrado, además, una acequia hacia el exterior y una pavimentación superior, con importante desgaste, que muestra la enorme actividad que debía haber en relación con el puerto y los vestigios romanos alrededor del litoral.
Esas nuevas construcciones se atribuyen, según los expertos, a la época del emperador Tiberio. Marcan un camino en línea recta entre ambas puertas, que en estos momentos no es perceptible al contar con diversos obstáculos como árboles y otras zonas que habría que seguir excavando. Ese camino pasaría por el foro romano, el núcleo urbano de la ciudad, donde se desarrollaba toda la actividad y donde se encuentra el templo, que es el objeto de deseo de los arqueólogos, quienes plantean un nuevo proyecto con el que tratarían de reconstruir parte de ese edificio del que se conserva todo el pavimento original. Unos 26 metros cuadrados de mármol con una composición decorativa en bandas diagonales de mármoles de Túnez, Turquía Italia y Grecia. "Es de lo poco que no se expolió y eso se atribuye a un posible derrumbe que lo mantuvo oculto", afirman. Ahora permanece también oculto, a la espera de nuevos planes, que consistirían en abrirlo y conectarlo al foro romano para ubicar espacios en los que poder realizar actividades artísticas al estilo del teatro romano de Mérida, pero en pequeñas dimensiones. Una actuación que, según se calcula, podría costar en torno a medio millón de euros.
Una nueva perspectiva
Lo que el público puede ver cuando visita el yacimiento de Lucentum es, en su mayoría, cimientos de las construcciones que antaño componían los elementos básicos de una ciudad romana para que sea considerada como tal: el templo, el foro, las termas, las tiendas, las casas, los caminos, etcétera. "Los propios romanos, y en épocas posteriores, podrían haber expoliado todo esto para vender la piedra y construir otras edificaciones", explican. Durante siglos, este lugar fue perdiendo materiales hasta quedar en los cimientos. Sin embargo, todos estos nuevos descubrimientos y actuaciones han servido para dar una nueva perspectiva al entendimiento que hasta ahora se tenía del funcionamiento de esta ciudad romana y se ha tratado de hacer perceptible al público ese entendimiento, que en ocasiones se dificulta al combinar vestigios de diferentes etapas. Para ello, el equipo de arqueólogos del Marq y el departamento de Arquitectura de la Diputación de Alicante han llevado a cabo reconstrucciones volumétricas de algunas de esas antiguas construcciones, se han ubicado nuevos carteles informativos y se colocado iluminación nocturna. "Es uno de los pocos yacimientos que puede visitarse por la noche", afirman.
Durante los últimos años se ha invertido en total más de 360.000 euros, según ha constatado la vicepresidenta y titular de Cultura, Julia Parra, y el responsable de Arquitectura, José Ramón González de Zárate. “Con esta importante actuación conjunta para recuperar el entorno de la puerta marina y la oriental se ampliará la zona visitable de una de las ciudades romanas más relevantes de la Comunitat Valenciana con aproximadamente 600 metros cuadrados más, lo que supone un incremento de un 5% de la superficie a disposición del público”. La vicepresidenta ha remarcado que los trabajos inciden “en la protección, conservación y puesta en valor de este espacio y también en facilitar la comprensión de los hallazgos, una labor imprescindible para cumplir nuestra misión de promover una cultura más accesible dirigida a un público amplio”.
Por su parte, durante una visita realizada esta mañana al enclave, García de Zárate ha señalado que la actuación, adjudicada a la UTE integrada por las empresas Alebus Patrimonio Histórico y Signia Soluciones Técnicas, es una de las grandes apuestas del área de Arquitectura. “Con un importe de 259.000 euros, estas obras que constituyen la mayor inversión en operaciones de musealización que se ha acometido en este yacimiento en los últimos diez años”, ha asegurado el diputado, quien ha confirmado, además, que está previsto que estas mejoras que empezaron en mayo finalicen en dos meses. González de Zárate ha señalado la importancia de la colaboración entre el MARQ y Arquitectura “para seguir trabajando en una de las joyas patrimoniales de la provincia y contribuir a respaldar el turismo cultural, una oferta por la que la Diputación ha apostado fuerte en los últimos tiempos”. En ese sentido, el diputado ha reclamado el esfuerzo de otras administraciones, como la Generalitat Valenciana, “para que apoyen económicamente a los municipios y contribuyan a recuperar, mantener y promocionar el rico legado cultural que atesoran”.
En lo que respecta al MARQ, la diputada de Cultura ha detallado que se han destinado alrededor de 100.000 euros a las excavaciones realizadas en los últimos años en el yacimiento del Tossal. “A ello hay que sumar los recursos humanos empleados en las campañas anuales, con alrededor de 50 personas implicadas entre arqueólogos y colaboradores voluntarios”, ha apuntado. El proyecto de consolidación y musealización de estructuras en los sectores de la puerta oriental y la puerta marina de Lucentum ha sido redactado por los técnicos provinciales encargados de la conservación del parque arqueológico, el director del área de Arquitectura, Rafael Pérez, y el arqueólogo y director del MARQ Manuel Olcina.
La inversión permitirá incorporar 600 metros cuadrados de superficie musealizada a los 12.000 metros cuadrados con los que ya contaba, aproximadamente, para la cual se han empleado 1.100 metros cuadrados de lienzo de tejido geotextil para separar superficies originales antiguas de los nuevos materiales incorporados. En el caso de la Puerta Marina, destaca el empleo de sillería de piedra bateig para la reconstrucción volumétrica del antiguo acceso urbano. También se han colocado elementos indicadores externos de fecha y orientación de las intervenciones de protección y reconstrucción.