ALICANTE. Las viejas villas y barracas de estilo valenciano que todavía jalonan el principio de la calle Colonia Romana de Alicante, frente a la playa de la Albufereta, tienen los días contados. Una cooperativa en proceso de formación, impulsada por el economista Luis Busquiel y el promotor Daniel Olmos, tiene previsto levantar en este emplazamiento un residencial de lujo formado por 18 viviendas repartidas en nueve alturas con vistas al mar.
La iniciativa parte del proyecto Homeplan, puesto en marcha a partir de las empresas de los citados promotores, la consultora Cuatro de Julio S.L. (impulsora del programa de gestión de solares iSuelo) y la promotora Clip 2008 Familiar S.L. La cooperativa, según explican los impulsores del proyecto en su página web, se formará con los compradores de las 18 viviendas, una vez formalizada su reserva. Precisamente, el plazo para reservar las viviendas (mediante la entrega de una cantidad a cuenta, que pasará a engrosar el capital social de la cooperativa) se abrió el pasado 1 de julio.
Los impulsores de la iniciativa se han hecho con la propiedad del solar al inicio de la calle, en la intersección entre la avenida de Villajoyosa y el barranco que desemboca en la playa. Una parcela en la que aún pueden contemplarse unos pocos ejemplos de lo que fue en sus orígenes la Colonia Romana de la Albufereta. Un pequeño 'pueblo' junto al mar levantado en los años 50 del pasado siglo y aislado de Alicante, que tomó el nombre del yacimiento de Lucentum, a unos cientos de metros hacia el interior. Villas, barracas de estilo valenciano y bungalows de una planta, ideados para pasar solo las temporadas estivales junto a una de las playas más emblemáticas de la capital alicantina.
Los carteles que anuncian la próxima construcción del residencial Miramar Albufereta ya son claramente visibles en el solar, donde aún se mantienen en pie los citados inmuebles. El edificio comenzará a construirse, si todo sale según lo previsto, el próximo mes de enero, y la intención de sus promotores es entregar las viviendas a comienzos de 2020. Para financiar su construcción, los compradores, además de pasar a formar parte de la cooperativa y hacer una aportación de capital, tienen que cumplir un calendario de pagos durante los dos años de ejecución del proyecto, que se deducen del precio final de la vivienda. Se trata de 14 pisos de tres habitaciones, dos áticos de cuatro y otros dos de dos habitaciones en la primera planta (de entre 110 y 130 metros cuadrados, según el caso). Los precios, según el dossier de la promoción, oscilan entre los 214.000 y los 506.000 euros en función de su tamaño y altura.
Los impulsores de la cooperativa se han rodeado de diversas empresas referentes en sus respectivos sectores para llevar adelante el proyecto. Así, el proyecto técnico ha sido elaborado (teniendo en cuenta las sugerencias de los futuros cooperativistas y compradores) por el despacho Regalado Arquitectos S.L.P., con la asistencia de Juan Carlos Oliva e Ingeniería y Asistencia Técnica Alicantina S.L. Asimismo, la construcción del residencial correrá a cargo de Proyectos y Construcciones Laquant, S.L., una constructora alicantina especializada en edificación e interiorismo con más de 25 años de experiencia en el sector.
La iniciativa Homeplan, que debuta con este residencial en la Albufereta, tiene previsto acometer más promociones en la capital alicantina, según anuncian en su página web. Para ello, prevén aprovechar las sinergias creadas entre las distintas empresas que se han aliado para su puesta en marcha, desde la gestión del suelo hasta el diseño y ejecución de los proyectos. No obstante, no tienen por qué repetir el modelo de cooperativa empleado en esta ocasión, ya que la estrategia pasa por utilizar la fórmula más adecuada para cada proyecto concreto.
La Colonia Romana de la Albufereta, origen del actual barrio en torno a la playa, se construyó en los años cincuenta del siglo pasado, para eliminar las casetas de baño diseminadas por la zona que habían construido los alicantinos más adinerados de la época. El nombre lo tomó de su cercanía al yacimiento romano de Lucentum, y se diseñó como un pequeño municipio en torno a una plaza central. En su origen la colonia estaba formada por viviendas de una planta pero, con el tiempo, los propietarios fueron añadiendo un piso más hasta su configuración actual. Con el paso de los años, muchas de las viviendas originales han ido desapareciendo en favor de bloques de pisos de varias alturas, a los que en breve se unirá el residencial Miramar.