ALICANTE. El Elche cerró con un empate ante el Real Madrid un 2020 histórico a pesar de las circunstancias sanitarias, puesto que el año ha sido el de la estabilización social y económico de la entidad, además de haberse producido el ascenso contra todo pronóstico a Primera División.
El equipo ilicitano despidió el año fuera de la zona de descenso a Segunda División y con dos partidos todavía pendientes, a pesar de los pocos recursos (el límite salarial más bajo) y el poco tiempo (ascendió a finales de agosto) que tuvo para armar su proyecto.
A pesar de la pandemia, 2020 deja en la afición ilicitana un buen sabor de boca por el éxito deportivo y un buen número de nombres propios que han pasado a la historia de la entidad, como el entrenador José Rojo 'Pacheta', artífice del ascenso, Juan Francisco Martínez 'Nino', quien batió nuevos récords históricos del club, o Pere Milla, artífice del agónico tanto que valió el salto a Primera División.
El Elche abrió 2020 con el único objetivo de abrochar lo antes posible la permanencia para, posteriormente, optar a una plaza por la fase de ascenso a pesar de contar con uno de los presupuestos más bajos de la categoría.
El equipo de Pacheta se descapitalizó, aparentemente, en el mercado de invierno, ya que perdió a su goleador, Yacine Qasmi, y a su motor, Gonzalo Villar, traspasados a Rayo Vallecano y Roma, respectivamente.
Sin embargo, el club hizo un esfuerzo por cubrir sus ausencias con jugadores como Jonathas de Jesús y Víctor Rodríguez, con pasado en el club, y con el central Josema Sánchez, decisivo en el tramo final de la pasada temporada.
El equipo, entre partidos de Segunda, fase de ascenso, Copa y Primera División, disputó un total de 42 partidos oficiales, de los que ha ganado quince, empatado dieciséis y perdido once.
La pandemia frenó al Elche en su momento más brillante de juego, tras la victoria en Vallecas (2-3), y el equipo regresó a la competición en junio en zona de promoción, pero sin el brillo de antes.
Alcanzó con un fútbol menos vistoso, pero mucho más fiable, las eliminatorias de forma agónica, beneficiado por la victoria del descendido Deportivo ante el Fuenlabrada, tres semanas después de que finalizara la competición.
Sin nada que perder, el equipo ilicitano, acostumbrado a sufrir, afrontó las eliminatorias sin complejo y aplicando idéntica táctica: partidos cerrados en casa para asestar el golpe definitivo, en campo rival, ante Zaragoza y Girona, ya en la gran final.
Sin apenas tiempo, el equipo tuvo que reinventarse tras la salida de Pacheta y la llegada de Jorge Almirón, técnico de prestigio en Sudamérica pero sin experiencia en España.
Tras un inicio en Primera amargo ante la Real (0-3), el Elche, aún sin armar, apeló a los jugadores supervivientes de Segunda para superar las primeras semanas con vida y armarse en las últimas horas del mercado de invierno.
Jugadores como Edgar Badía, Gonzalo Verdú, Josan o Josema, sin experiencia en Primera, respondieron a la perfección, al igual que Pere Milla o Fidel.
El Elche, ya con refuerzos de prestigio como los argentinos Iván Marcone, Emiliano Rigoni o Lucas Boyé, logró victorias de mérito ante rivales directos y sorprender al Valencia en octubre.
Tras la derrota ante el Betis, el equipo entró en crisis y acumuló nueve partidos seguidos sin sumar los tres puntos, aunque la imagen nunca fue mala y por el camino ha sumado empates de prestigio ante Villarreal y, sobre todo, Real Madrid, que le permiten despedir un buen año deportivo con una sonrisa.