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Telesforo González Olmos,  Gerente TecnoBox 

“Tenemos la oportunidad de generar un entorno de industria auxiliar avanzada que nos permita crecer”

24/09/2017 - 

Si hay dos conceptos que definen la actividad empresarial de Telesforo González Olmos son la investigación de aplicaciones industriales sencillas y la apuesta por el ingenio en la búsqueda de mejores resultados, lo que le ha llevado a estar entre los cinco ilicitanos que más patentes han registrado. En el año 2000 fundó Tecnobox Electromecánica, una empresa que en menos de dos décadas ha crecido hasta situarse entre las líderes europeas en el sector de la maquinaria de fabricación de envases agrícolas e industriales de cartón ondulado, con una plantilla de 30 trabajadores y una facturación de 5,5 millones de euros. Su labor innovadora se la reconoció la Cámara de Comercio de Alicante en el año 2014 con el galardón a la mejor industria de la provincia. La robotización, la industria 4.0 y la ampliación de los sectores en los que se aplican este tipo de envases son los retos que afronta esta empresa en constante evolución tecnológica.

¿Cómo se les ocurrió poner en marcha un proyecto como Tecnobox?

El proyecto surge de un grupo de compañeros de trabajo que estábamos en otra empresa, que compartíamos inquietudes por incorporar novedades a nuestra labor cotidiana. Estábamos especializados en montar máquinas de cartón ondulado y además prestábamos servicios técnicos para el mantenimiento y reparación. El contacto directo con las empresas nos proporcionaba un conocimiento práctico de las verdaderas necesidades del mercado, tanto de quienes adquirían máquinas como del servicio de mantenimiento para que estuvieran a punto.

El sistema de producción en nuestro sector es muy particular. Nuestras empresas fabrican máquinas destinadas a compañías que las ceden a sus clientes para que monten el packaging para sus productos con el cartón ondulado que ellos les suministran, un sistema al que se han ido incorporando otras materias primas. Estos progresivos cambios en las formas y en los componentes del embalaje nos sugerían la búsqueda de formas rápidas y eficientes de dar respuesta a estas necesidades, que cada vez eran más evidentes. Esta información nos permitió detectar un nicho en el que podíamos aportar nuestra experiencia y nuestro conocimiento. Decidimos entonces dejar de ser espectadores de la realidad para formar parte activa del movimiento empresarial. 

 ¿Tan evidentes eran las áreas de mejora?

Sí. Una de las cuestiones más relevantes que detectamos fue que la creación de nuevos tipos de cajas llevaba aparejado el desarrollo de modelos de máquinas para producirlas. Esto generaba un problema al cliente, ya que tenía una máquina para cada tipo de caja. Pero si te detienes un momento te das cuenta de que, en realidad, el sistema siempre es el mismo: una plancha de cartón con unos cortes para que, al plegarla, tome la forma deseada para cada una de ellas. La evolución del embalaje va unida a la de la logística, por eso la investigación siempre se dirige a incrementar la capacidad y la resistencia, con el objetivo de aumentar la cantidad de producto que transporta, con el mínimo coste posible. Con el planteamiento tradicional, cada máquina estaba destinada a producir una caja y, por tanto, cada caja necesitaba su máquina, lo que suponía que cada fabricante debía disponer de un parque de máquinas impresionante, lo que convertía al sistema en caro y un freno a la evolución, al crecimiento y la competitividad de las empresas cartoneras.

“Si te detienes un momento te das cuenta de que, en realidad, el sistema siempre es el mismo: una plancha de cartón con unos cortes para que, al plegarla, tome la forma deseada para cada una de ellas”

Nuestro proyecto se fijó como objetivo esencial diseñar una sola máquina polivalente en la que, manteniendo la estructura fundamental y cambiando el menor número piezas posible en el área que da forma a la caja, se pudiera disponer de unos 30 modelos de caja distintos. Este cambio de planteamiento también hacía mucho más fácil y económico el mantenimiento. Esté factor es muy relevante si se tiene en cuenta que las máquinas están diseminadas por toda España. 

Tener tan claro el objetivo nos ha permitido fijar un concepto de máquina con el que podemos dar servicio para producir el 90% de los modelos de cajas que más se consumen en España. Este avance es fundamental para que nuestros clientes sean más flexibles y competitivos gracias a que hemos incorporado a todos los modelos sistemas electrónicos avanzados y la robótica necesaria para darles versatilidad.

¿Todas esas aportaciones las ha realizado el equipo de la empresa?

Sí, nosotros teníamos la práctica y sabíamos hacia dónde queríamos dirigir el proyecto, pero para hacerlo realidad fue necesario incorporar a la empresa, desde el primer momento, personas con la cualificación, iniciativa e ideas; algunas de ellas llevan con nosotros 20 años. Desde entonces hemos tenido especial fijación con la idea de que todos los días podemos hacer algo para mejorar nuestras máquinas, sin que esto genere dificultades a la actualización de los sistemas mecánico y electrónico de las unidades que ya están dando servicio en el mercado y de sus periféricos. Este proceso de perfeccionamiento y adaptabilidad es mucho más rápido desde que incorporamos la robótica en todos los procesos, lo que permite incrementar la productividad y reducir los costes.

¿La robótica es el futuro?

Sí. Es el área en la que más estamos avanzando. Estamos trabajando en el diseño de un robot para una máquina de tomate triturado que permitirá que llegue el producto terminado al punto de envasado de forma directa, sin manipulación. Todos estos cambios implican que los trabajadores de estos centros de producción tengan que estar en un proceso de formación continua para adquirir conocimientos técnicos imprescindibles para manejar las nuevas claves de su puesto de trabajo. 

¿En qué sectores centráis vuestra actividad?

Aunque el sector predominante en Elche es el calzado, no hemos tenido relación con él porque es muy pequeño para los volúmenes que necesitan las máquinas que fabricamos, que alcanzan una velocidad de producción de unas dos mil cajas a la hora, que están especialmente indicadas para el sector de frutas y hortalizas, que en España consume millones de cajas. Nuestro país está entre los líderes mundiales de consumo de cartón ondulado destinado a las empresas hortofrutícolas, con 40 onduladoras (máquinas que producen cajas a base de grandes bobinas de papel) mientras que un país como Francia tendrá unas 15, en Italia 12 y en Portugal creo que tres o cuatro. 

¿A qué se debe esta diferencia?

A que muchas empresas están orientadas a la exportación de sus productos. Por ejemplo, un almacén de fresas de Huelva puede generar un promedio de unas 140.000 cajas diarias que contienen cuatro kilos de fresa, si multiplicamos esa cifra por el número de centros de exportación de esa fruta podemos constatar que cada jornada salen al mercado millones de cajas de cartón ondulado, en varios formatos, que contienen tarrinas con fresas. 

¿Su empresa se ha convertido en una pieza fundamental para modernizar la cadena logística?

Los avances son muy rápidos. Investigamos para mejorar aspectos muy concretos como la reducción de los metros cuadrados de cartón que se utilizan en cada caja, incrementando su capacidad de resistencia y de ventilación del producto envasado para aumentar la vida útil. Es una labor complicada que se combina con la búsqueda de la mayor operatividad logística.

Hay muchas aplicaciones de los productos de cartón ondulado que van a introducir mejoras en el envasado y transporte de los productos de la industria hortofrutícola. En estos momentos estamos investigando nuevos envases industriales para pastas de tomate, capaces de transportar 250 kilos de tomate triturado en una bolsa especial, un sistema que puede sustituir a las latas de metal, evitar algunos problemas de reciclado de los envases y reducir los costes de forma más que significativa. El cartón es un producto que mantiene valor una vez que ha cumplido su función, porque es materia prima reutilizable para volver a hacer cartón y vuelve a generar negocio.

¿Tienen proyectos de sostenibilidad?

Es un área fundamental en nuestras investigaciones. El cartón ondulado es un producto sostenible como pocos. Se trata de una materia totalmente reciclable y plenamente sostenible si somos capaces de generar el escenario medioambiental que contemple de forma adecuada la producción de madera y también del papel. 

¿Cuál es su mayor competencia?

En cuanto a producción de tecnología quizá Italia y Francia, sobre todo Italia, que ha generado un clúster de empresas auxiliares especializadas en producir determinadas partes de la maquinaria, lo que facilita la labor de las empresas que las ensamblan para personalizarlas en función de las necesidades de los clientes. Nuestra empresa tiene que producirlo todo menos el chasis. Ese sistema colaborativo les hace muy competitivos, lo que supone un gran hándicap para nosotros.

¿Cómo lo resolvería?

Nuestro proyecto se fijó como objetivo esencial diseñar una sola máquina polivalente en la que, manteniendo la estructura fundamental y cambiando el menor número piezas posible en el área que da forma a la caja, se pudiera disponer de unos 30 modelos distintos”

No es fácil, puesto que pocas industrias de la zona se dedican a este tipo de maquinaria o a alguna de sus partes. Los productores de máquinas de nuestro territorio son pequeños fabricantes poco especializados que no pueden facilitarnos la labor. Tenemos la oportunidad de generar un entorno de industria auxiliar avanzada que nos permita crecer y ser más competitivos. Creo que en este aspecto hay una oportunidad contando con las universidades, la formación profesional y los centros tecnológicos para generar un sector productivo especializado. Para contribuir a la solución nuestra empresa forma parte del Clúster del Envase y el Embalaje de la Comunidad Valenciana, desde el que se está realizando una labor muy interesante al respecto. Pero si queremos avanzar más rápido es necesaria una mayor implicación de la Administración.

¿De dónde proviene el talento en su empresa?

De donde sea. Nosotros sólo pedimos a nuestros profesionales que tengan ilusión y ganas de hacer algo distinto. Incorporamos a personas que quieran aprender de nuestra experiencia y aportar sus conocimientos en la aplicación de la tecnología. Nos ayudamos mutuamente. Yo les digo muchas veces “aprende de mí que yo de ti aprendo todos los días”. 

¿Cuánto peso tiene la exportación en su producción?

Empezamos trabajando sólo para el mercado nacional, pero con el paso del tiempo hemos ido abriendo fronteras y ya exportamos a Australia, Nueva Zelanda, Corea, Marruecos, Sudáfrica, Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Perú, Méjico, y estamos planificando nuestra entrada en Brasil y EE.UU.

¿Qué importancia le concedéis a la marca?

Es fundamental. Nuestro país produce muy buena calidad, pero hasta ahora no le hemos prestado la atención necesaria a la marca, que es clave en un mundo tan competitivo y globalizado. El empresario que se centre en producir para vender sin preocuparse del posicionamiento de su producto está destinado a desaparecer. En el mercado, o te conocen o mueres. 

¿Tienen muchas patentes? ¿son para su empresa un valor en el mercado?

Hemos registrado más de 100 patentes, que son los factores que diferencian nuestras máquinas de las que produce la competencia. Creo que es muy importante para la protección de la labor investigadora de una empresa. La patente permite que toda la inversión que se ha realizado en I+D aporte valor a la propia empresa, Si sacas algo y no lo proteges, facilitas lo que llamamos ingeniería inversa, es decir, que le hagan una foto y te lo copien. También los hay que introducen pequeñas modificaciones en las piezas o sistemas y los ponen en el mercado a precio más competitivo porque no han tenido que investigar. Otra cuestión es el coste de los registros de patentes, tema en el que creo habría que mejorar, para que no supongan un freno a la creatividad.

¿Qué momentos han sido los más críticos en el desarrollo del proyecto empresarial?

La decisión más importante que tomamos cuando pusimos en marcha el proyecto fue intentar ser líderes en un segmento en lugar de intentar ser buenos en diez cuestiones distintas. Esa apuesta nos ha permitido estar a la vanguardia de nuestro sector y aportar ventajas a nuestros clientes en cuanto a tecnología, precio y servicio.

Otro paso relevante fue cuando decidimos apostar por la robótica. En un primer momento no lo vimos una cuestión urgente dado que los primeros movimientos no dieron los resultados apetecidos. Hemos comenzado la carrera de la robotización un poco más tarde, pero hemos recuperado terreno porque la robótica ha avanzado muchísimo y ya estamos trabajando con robots que interactúan con los humanos, lo que facilita su implantación. 

La robótica se va a convertir en una pieza fundamental de nuestra economía ¿Es acertado el planteamiento que estudia la UE para que los robots contribuyan con impuestos al mantenimiento del sistema del bienestar?

Yo creo que no. Le pueden llamar el impuesto al sol o al robot, pero al final son impuestos. El tractor en su momento también tuvo un gran impacto en el mercado laboral y no se instauró un impuesto por ese motivo. Es simplemente una cuestión de léxico, al final lo importante es crear un sistema que permita que tengamos una sociedad del bienestar sostenible. 

Sinceramente creo que hay que apostar por cualificar los recursos humanos para generar nuevos puestos de trabajo, tenemos que apostar por un cambio de modelo en el mercado laboral y también en el educativo. Si no lo hacemos tendremos que recurrir a cubrir con impuestos nuestra falta de capacidad para generar nuevos puestos de trabajo, esto sólo se consigue con la estrecha colaboración y el compromiso de empresarios, políticos y universidades, cosa que en España no hemos conseguido nunca. 

“Tener tan claro el objetivo nos ha permitido fijar un concepto de máquina con el que podemos dar servicio para producir el 90% de los modelos de cajas que más se consumen en España” 

A nosotros nos gustaría que mejorase la preparación de los ingenieros que necesitamos, puesto que, aunque decimos que tenemos la gente mejor preparada, lo que creo que pasa realmente es que tenemos gente sobretitulada. Cuando se incorporan personas a nuestro equipo detectamos diferencias importantes entre lo que saben y lo que necesita el mundo de la empresa, pues lo que hace a una persona preparada es que sepa la aplicación de las cosas. Tienen mucha teoría y poca práctica. Pero para mí la principal carencia que tienen nuestros ingenieros es la falta de ingenio, son increíbles haciendo cálculos, pero les falta ingenio para investigar nuevas aplicaciones, nuevos materiales, por poner algunos ejemplos.

¿Cómo ve la provincia?

Las infraestructuras son siempre básicas. En nuestro territorio creo que habría que fomentar una política industrial que facilite el crecimiento de las empresas con políticas que incentiven el alquiler, con el fin de no limitar el avance de la producción al espacio que tiene la nave en la que estás ubicado. Esto contribuiría mucho al crecimiento. Nosotros, por ejemplo, nos instalamos en Aspe porque es el único sitio donde hemos encontrado una nave libre y más o menos asequible que nos proporcionase los metros cuadrados que necesitábamos para producir.

¿Qué opinión tiene de Elche?

Sin duda es la ciudad del emprendimiento. El ilicitano de hace setenta años era muy emprendedor, dejó la agricultura para hacer otras cosas, como por ejemplo alpargatas. Crearon una incipiente industria que atrajo a gente y esa gente que ha dado el paso de dejar su tierra para buscar algo mejor, también ha dado el primer paso hacia el emprendimiento. Este ambiente genera ganas de cambiar, de ir a mejor. La ciudad sin duda va mejorando. Elche no ha parado de crecer y mira que las crisis nos han puesto las cosas difíciles.

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