BENIDORM. Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) pagará un millón de euros más de lo previsto por la obra del soterramiento de la avenida Beniardá de Benidorm. Así lo han acordado en la segunda modificación del contrato aprobada, tras un primer cambio que no afectó al precio. Según fuentes del ente valenciano, en gran parte se trata de pequeñas correcciones en la movilidad debido a los cortes de tráfico a petición del Ayuntamiento de Benidorm.
Como se recordará, en septiembre de 2022 comenzaron las obras para soterrar la avenida Beniardá a su paso por las vías del tren para mejorar la fluidez del tráfico. Hasta ahora, los vehículos tenían que esperar el paso del Tram para continuar con la circulación, lo que ralentizaba el vial siendo este el principal acceso a la ciudad. Fue en junio cuando se reabrió al tráfico, hace una semana se pusieron en funcionamiento los nuevos carriles de servicios y todavía siguen algunos trabajos en la zona para terminar la obra al completo.
Para todo ello, FGV ha aprobado dos modificaciones de la actuación prevista. Esta última cuenta con un incremento del presupuesto del 19,80% sobre el contrato principal. En concreto, 1.047.028,81 euros más, impuestos incluidos, por lo que el coste total será de 6.335.012,78 euros.
Entre las cuestiones contempladas en este cambio están las modificaciones a solicitud del Ayuntamiento, dice el informe, "para garantizar la movilidad, accesibilidad y seguridad del tráfico rodado" que tenía que acceder en ese momento al centro urbano por otras vías a consecuencia del cierre de Beniardá. Y en los que se preveían "problemas de fluidez del tráfico debido a la alta densidad de vehículos que van a circular por ellas", continúa. También incorporaron al coste la señalización para informar de los cortes, tanto en la entrada como en el municipio, la mejora del tráfico en la rotonda de la Comunidad Europea o en el Camí del Llandero, así como el acceso al parking disuasorio creado junto a la estación de tren.
Entre otras cuestiones, incluyeron inversiones en saneamiento o la gestión de residuos, así como peticiones de la propia FGV, como adaptar los dos pasos peatonales previstos sobre la plataforma ferroviaria, a la nueva tipología de pasos peatonales para mejorar la accesibilidad peatonal y ciclista, al eliminarse la garganta “hueco del carril”, y ofreciendo un cruce libre de obstáculos.