Obras de un residencial en el PAU-1 de Alicante, en una imagen reciente. Foto: PEPE OLIVARESALICANTE. El sector inmobiliario de la provincia de Alicante empezaba a enviar señales de ralentización a finales de 2019, pese a cerrar el mejor año desde la crisis hipotecaria de 2008. Sin embargo, la aparición de la pandemia del coronavirus lo cambió todo: la ralentización se convirtió en parálisis por la imposibilidad de visitar viviendas o acudir a notarías, pero al mismo tiempo preparó el terreno para un espectacular 'rebote', este sí en forma de 'V', que todavía llega con fuerzas al cierre del primer semestre de 2022.
Mientras los promotores se preparan para encajar el golpe de la espiral inflacionista en el último cuarto del año, tras un verano en que el 'momento dulce' del sector se ha prolongado precisamente como respuesta a la escalada de precios, las cifras oficiales del Ministerio de Fomento reflejan que el primer semestre de 2022 es el mejor periodo para el 'ladrillo' alicantino desde antes de la crisis hipotecaria que comenzó con la quiebra de Lehman Brothers en 2007. Es más, las cifras de transacciones (no así de valor) se acercan mucho a las del periodo enero-junio de 2007, aunque con un importante matiz: ahora la inmensa mayoría de las compraventas son de vivienda usada.
Así, en el primer semestre de 2022 se vendieron en la Costa Blanca un total de 30.065 viviendas, con un importante crecimiento en el segundo trimestre (abril-junio), que registró 16.714 transacciones. El volumen de compraventas de la primera mitad de 2022 supone así un incremento del 51% respecto al mismo periodo de 2021 (19.934 compraventas). La provincia de Alicante registra de esta forma más de la mitad de las operaciones registradas en la Comunitat Valenciana (58.424 transacciones), y un 8% del total de España (373.145).
En cuanto al volumen económico asociado a la actividad inmobiliaria, y teniendo en cuenta que la estadística solo contempla las compraventas de vivienda libre (es decir, no computa la VPO), el sector movió más de 4.500 millones de euros de enero a junio, casi 2.500 solo en el segundo trimestre. Es decir, que la facturación subió un 63% respecto a los 2.765 millones de euros registrados en el primer semestre de 2021. Como se decía, hay que retroceder hasta 2007 para encontrar unas cifras mejores que las de la primera mitad de este año: 33.600 operaciones y 4.850 millones de euros.
Respecto al peso de los extranjeros residentes en el mercado inmobiliario de la provincia, y teniendo en cuenta que los británicos, uno de los mercados fundamentales (junto al Benelux y Escandinavia), ya no computan en esta estadística tras el Brexit, los foráneos protagonizaron 4.500 compraventas en la provincia entre enero y junio. Un importante crecimiento, pese a la citada distorsión, sobre el dato del mismo periodo de 2021 (3.000 transacciones). Un reciente estudio de la proptech Sonneil Homes cifra en más de 10.000 las compraventas de extranjeros en 2022, y en más del 40% su peso en el la demanda total.
La segunda mano, como se decía, sigue teniendo un protagonismo total en el mercado inmobiliario de los últimos años, y la tendencia se ha acentuado en este ejercicio. Según la estadística del Ministerio, solo 2.760 de las viviendas vendidas en la provincia de Alicante en el primer semestre eran de obra nueva. Es decir, que casi el 90% de las compraventas son de vivienda usada, cinco puntos más que el último año antes de la pandemia.
