ELCHE. Avanza el expediente de Nuevos Riegos El Progreso. Prácticamente dos años después de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia autonómico (TSJCV) que adelantó este diario, el quebradero de cabeza con otro de los conflictos urbanísticos más enquistados de los últimos años sigue coleando. Eso sí, aparentemente en su tramo final. Después del trámite de exposición pública con la propuesta de protección de la fachada que indicó la Conselleria de Cultura y actuando de la mano de los propietarios, la Junta de Gobierno aprobará este viernes el estudio de detalle y la evaluación ambiental favorable. Incluyendo las limitaciones del Consell de que la obra nueva se limite a tan solo una planta más, y las alegaciones de la propiedad, pidiendo que se permita la edificabilidad de la actuación en el patio.
En retrospectiva, en compensación por la pérdida de edificabilidad al tener que conservar la fachada y por tanto modificar el inmueble que tenían pensado construir los propietarios, el Ayuntamiento propuso que la edificación nueva, esta sí retranqueada, tuviera dos alturas más. Lo que a su vez suponía un precedente para actuaciones similares en el casco patrimonial de la ciudad. Sin embargo, Cultura, quien ya había indicado que la fachada debía protegerse in situ para contextualizar la alineación histórica, ha informado desfavorablemente al incremento máximo de esas dos alturas. Sí permite una más, siempre que se justifique adecuadamente "la imagen global de la calle y las características generales del ambiente y la silueta paisajística del Núcleo Histórico Tradicional".
Adicionalmente, los propietarios también presentaron alegaciones pidiendo compatibilizar la construcción con el patio que conecta con el edifico de la calle Empedrat. De esta forma, dado que la sentencia también pedía la protección del patio, el expediente ha incluido que su protección permita conjugar el interés patrimonial del inmueble con la de la edificabilidad que el Plan General otorga a la parcela. Aunque esta aprobación ambiental es sobre cuestiones genéricas aunque incluyendo estos matices, la preivisble fase final llegará, o mejor dicho, podría llegar, en las próximas semanas. Se espera que en unos tres meses todo pueda estar resuelto.
El equipo de gobierno abre ahora la última fase, la de planeamiento, con la que se someterá a información pública a finales de octubre o principios de noviembre la modificación final del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), en el que se recogen estas aportaciones, se incluye definitivamente la fachada en el catálogo de protecciones y se desarrollan las bases sobre cómo compatibilizar la edificabilidad en el patio. Que al ser de protección ambiental, podría suponer, entre otras opciones, una protección parcial o una demolición y restitución a imagen y semejanza, como se ha hecho con la Casa de las Palomas u otras actuaciones urbanísticas en el centro histórico en las últimas décadas. Eso sí, este documento de planeamiento con la modificación del Plan General, siendo la solución a priori definitiva, tendría que someterse a una exposición pública de 45 días con su ulterior aprobación final en el pleno municipal.
Así pues, Urbanismo va a armar el documento de planeamiento final recogiendo las propuestas y alegaciones para aprobarlo a final de mes o en noviembre. Si Cultura no pone reparos al mismo en la consulta pública, habrá finalizado este laberinto urbanístico. Se podría retirar el apuntalamiento, se reforzaría la fachada, cuya gestión sería municipal al ser un elemento protegido, y quedando un paso peatonal de cuatro metros de ancho. Eso sí, es posible que los promotores tengan que solicitar permiso a Cultura para la licencia de obras, explicaba este miércoles la edil de Urbanismo Ana Arabid. Con ello, se habría solucionado el conflicto un año después de lo esperado, y cuatro años después de que Cultura paralizara el derribo de la fachada de oficio.