A la misma hora que el Hércules-Peña Deportiva se jugaba a puerta cerrada en el estadio José Rico Pérez, el Ibiza-Atzeneta se disputaba ante 1.000 espectadores en el estadi Municipal Can Misses.
ALICANTE. Un domingo de contrastes en las gradas.
En el estadio José Rico Pérez de Alicante el Hércules y la Peña Deportiva se medían por la mañana en partido correspondiente a la jornada cuarta en el grupo 3B de Segunda B, un encuentro disputado a puerta cerrada después de que la conselleria de Sanitat resolviera el viernes que no haya público en estadios y pabellones, entre otras medidas, para contener la transmisión del Covid-19. A la misma hora, en el Estadi Municipal de Can Misses, el Ibiza recibía al Atzeneta en partido también correspondiente a la cuarta jornada en el citado grupo 3B, pero lo hacía con aficionados en las gradas.
Dos equipos de Baleares contra dos de la Comunitat, jugando la misma competición, pero bajo condiciones distintas en lo que al aforo se refiere hasta tal punto que, de haber sido un Peña Deportiva-Hércules y no un Hércules-Peña Deportiva, sí podría haber habido público en las gradas, en ese caso en las del Municipal de Santa Eulàlia. Y de haber sido un Atzeneta-Ibiza y no un Ibiza-Atzeneta, se habría jugado a puerta cerrada en El Regit adzanetense.
Lo anterior es posible porque, mientras que en la Comunitat desde las cero horas del sábado está vigente la citada prohibición de aficionados en las gradas, en Baleares sigue vigente la resolución de la consejería de Sanidad de finales de septiembre que establece que en eventos deportivos al aire libre se permitirá en la instalación la presencia de público hasta un máximo del 75% del aforo ordinario y, en cualquier caso, un máximo de 1.000 espectadores. Esa fue precisamente la cifra de aficionados que en Can Misses pudo darse cita este domingo mientras en el Rico Pérez el balón rodaba sin público en las gradas.
La obligación de jugar a puerta cerrada es algo por lo que el Hércules ya puso el grito en el cielo el domingo, pues entiende que se comete un agravio comparativo con el deporte en general y el fútbol en particular en relación a otros sectores pues no se permite público en los estadios y sí en teatros o cines, por ejemplo. Ahora bien, la indignación en el club blanquiazul iba a más este lunes al tener conocimiento de que, en el mismo grupo en el que compiten, un rival directo como el Ibiza pudo jugar con aficionados en las gradas.