Optimismo en Benidorm con el mercado británico: el objetivo, incrementar vuelos

BENIDORM. El sector turístico de Benidorm palpa en Fitur cierto optimismo en el mercado nacional y el internacional. El británico se ha convertido en el más numeroso y su población vive los días más intensos para la reserva de sus vacaciones, que las hacen con más antelación que los españoles. Precisamente, la feria de turismo celebrada esta semana en Madrid coincide cada año con los días en los que gran parte de los británicos deciden el destino de sus viajes. Por tanto, marca el punto de salida para analizar la tendencia de este año, positiva de momento.

Así lo descubre Leire Bilbao, la gerente de Visit Benidorm, entidad mixta encargada de la promoción de la ciudad. Tras varias reuniones con empresas, turoperadores y agencias británicas, constatan que los clientes vuelven a reservar con antelación sus viajes. Una opción que se vio alterada en los años de pandemia debido a la volatilidad de las restricciones, que afectaban normalmente a la movilidad y como consiguiente, a los vuelos o estancias en el extranjero. Algo que debilitaba la compra con meses de distancia por la posibilidad de que finalmente no se pudiera viajar, o al menos no no cómo le gustaría.

Unas sensanciones que también ha experimentado el presidente de la patronal hotelera Hosbec, Fede Fuster, que augura que el 2023 será el año de una "extraordinaria normalidad tan deseada tantos meses". El empresario recuerda que el 2022 "no ha sido negativo" pero sí que empezó con restricciones debido a la ola de la variante omicron. Es por esto que vislumbra la luz al final del tunel para el año recién estrenado, recuperando "el crecimiento en número de reservas y la cifra total de ventas superará sin duda a las del 2019". Una afirmación para la que se apoya en "los indicadores adelantados" por las reuniones mantenidas en Fitur.

Con todo, Bilbao señaló que aunque se está en un buen ritmo para el mercado británico, están trasladando a las empresas que "sean sensibles" a valorar el incremento de asientos de avión atendiendo al incremento de la demanda. Algo que haría reducir más la diferencia que se mantiene aún con el 2019, último año antes de que se desatara la pandemia.

En breve será el 'pay day', cuando más reservas se materialicen, por lo que las agencias creen que habrá un repunte mayor de ventas de lo experimentado en los días de Navidad, que es cuando comienzan a concretarse los primeros viajes de británicos. Por tanto, la espectativa de todos está en que si la demanda es positiva, los asientos se terminen incrementando.

A pesar de que siguen sin recuperar las cifras de 2019 en cuanto a vuelos, sí que hay cierto aumento en aquellos que van ligados a la reserva de hotel. Así, el peso de los paquetes turísticos se ha incrementado, pasando de un 50% frente a los que compran el billete de avión solo, al 70% actual. Es decir, hay más asientos para el producto empaquetado.

Con la vista en Estados Unidos

La Costa Blanca, y en concreto Benidorm, no es un destino que atraiga a los estadounidenses. Esta semana en Fitur sorprendía el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, anunciando que estaba manteniendo contactos en la feria para establecer, por primera vez en la historia de la provincia, una conexión aérea directa entre Alicante y Estados Unidos. Para Fuster, es "un mercado muy activo con un dólar muy favorable para el cambio en zona euro, y que se está moviendo con fuerza en estos momentos tanto en el segmento urbano como en el vacacional".

Bilbao destacó también la fortaleza del dólar con respecto al euro a día de hoy, que permitía que el Caribe no fuera tan competitivo para el cliente europeo. Aunque reconoció que por ahora el gran beneficiado es Canarias porque está en la temporada alta de este mercado, aunque considera que esta tendencia puede ayudar a las ventas de los destinos peninsulares, en especial, Benidorm.

Sin embargo, los expertos coincidieron en que la mayor amenaza está en la incertidumbre económica, con incremento de costes para las empresas, y una inflación que tendrá que asumir el cliente. "Los principales retos serán el control de costes, la correcta dimensión de los recursos humanos, disponiendo además de los trabajadores necesarios y preparados, y la mejora y creación de nuevos productos turísticos cada vez más demandados por los turistas", comentó el presidente de Hosbec.