BENIDORM. Cuando todos los ojos están puestos en Poniente y Ensanche Levante, en silencio sigue cocinándose el desbloqueo del PAU-1 Murtal que data de 2003. Hace cinco años se conseguía un importante hito, inscribir en el Registro de la Propiedad el proyecto de reparcelación. Celebrado por los interesados después de la obstrucción vivida todo este tiempo debido a los diferentes litigios de la urbanizadora. Pero, ¿cómo está la situación a día de hoy? Justo un lustro después, el Ayuntamiento está a la espera de poder aprobar de manera definitiva el proyecto de urbanización que dé el pistoletazo de salida a esta gran bolsa de suelo.
Se trata de una extensión de terreno situada entre el colegio que lleva el mismo nombre y la avenida Papa Juan Pablo II. Es más conocida popularmente por acoger en los últimos años el evento festero de la Acampada de las peñas. El sector cuenta con más de 900.000 metros cuadrados y dará cabida a unas 2.942 viviendas. Faltará por saber si seguirá el mismo ritmo que las construidas en el desarrollado a escasos metros, tanto en la agilidad para elevar edificios de gran altura, como para su destino al parque de segunda residencia o alquiler turístico.
La edil de Urbanismo, Lourdes Caselles, explicó a este diario que de momento están a la espera de que la agente urbanizadora, Prometosa Construcciones, subsane las deficiencias detectadas en el proyecto de urbanización. Cuando tenga el visto bueno de los técnicos, será cuestión plenaria. Una vez se apruebe de manera definitiva, tendrán un plazo de 36 meses para la finalización de la obra.
Síntoma del interés por estos terrenos está en el último acontecimiento vivido en el Consistorio por este asunto. En la actualidad, el terreno cuenta con muchos propietarias. Pues bien, tres de ellas pusieron en duda el cálculo realizado sobre los metros de edificabilidad que se otorga al sector. Es más, plantaban que se les podría estar reduciendo a casi la mitad las posibilidades constructivas. Con todo, el Ayuntamiento ya ha resuelto esta semana el conflicto sin mover un ápice los parámetros ya esbozados sobre este plan urbanístico.
Como se recordará, el Ayuntamiento firmó con Prometosa un convenio por el cual se sentaban las bases sobre la urbanización. Además de los 36 meses de ejecución, también se comprometían a que en dos años aportara seis millones de euros "para la ejecución de obras extrasectoriales de acuerdo con el planeamiento, así como costear el depósito de abastecimiento de agua".
Pero no será el único que tiene que desembolsar dinero para la ejecución del sector, también el Ayuntamiento deberá pagar 1,3 millones para compensar las cargas de urbanización que le corresponden por el suelo que posee en el sector, un dinero que se descontará del que tiene que pagar Prometosa.