Foto: PEPE OLIVARES. BENIDORM. Alojarse en un hotel de Benidorm sale más caro que hace cuatro años. Así se desprende del análisis realizado por la entidad mixta Visit Benidorm, que ha presentado en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) el documento que plasma los datos de la ciudad en 2023. Los indicadores de rentabilidad siguen siendo más altos que el año previo a la pandemia, aunque los gastos que soportan las empresas son superiores que en aquel entonces, tal y como repiten los hoteleros desde la crisis sanitaria y la guerra en Ucrania que han disparado la inflación.
Para medir la rentabilidad cuentan con dos valores: el denominado como REVPAR y el ADR. El primero hace mención a los ingresos por habitación disponible, mientras que el segundo es en función de todas las unidades que tiene el establecimiento, o lo que es lo mismo, la tarifa media diaria. De este modo, el REVPAR se situó en los 70,8 euros, un 13,3% más; mientras que el precio medio fue de 96 euros, un 21,3% superior a 2019.
Si se atiende a la evolución mensual, la tarifa media más alta fue en agosto, mes de vacaciones por excelencia: 141 euros, superando los 110,2 euros de cuatro años antes para el mismo periodo. Pero se trata de una tendencia al alza que se mantuvo todo el año. No obstante, el máximo exponente fue julio, que pasó de los 94,7 euros a los 132,1 euros. Igualmente, al contrario de lo que ocurría en el año previo a la pandemia, además de agosto, superan la barrera de los cien euros en junio (103,4 euros) y julio.
Por lo que respecta a lo que percibieron por cada habitación disponible, agosto vuelve a repetir como el mes con cifras más altas de media: 122,3 euros. Por encima de los 98,1 euros de 2019, tal y como se puede comprar en la tabla inferior que acompaña a la noticia.
Todo esto se combina con los indicadores en ocupación, unos datos aportados por la patronal hotelera Hosbec. La media anual fue 80,4%, lo que sigue sin alcanzar el registro de 2019, cuando se informó del 84,2%. El resto de opciones alojativas, por su parte, finalizaron 2023 prácticamente con los mismos resultados que hace cuatro años, si bien con leves mejorías. Así, los apartamentos turísticos obtuvieron una ocupación media del 73,4% -un 0,3% más-; y los campings y viviendas turísticas el 90,5% -subiendo ambas un 0,2% respecto a 2019-.
Otra de las consecuencias que ha tenido la crisis sanitaria y la inflación es la reducción de la estancia media. Así se ve reflejado en las pernoctaciones: 15.023.330 en total, lo que se traduce en un 5,9% menos por este motivo, según trasladó el Consistorio. Hay que tener en cuenta que en los hoteles se ha acortado el viaje en medio día; uno menos para los apartamentos turísticos; y dos para los campings. En concreto, la estancia media hotelera fue de 4,8 días por viajero; mientras que en los apartamentos y viviendas turísticas se situó en 5,6 días y en 21 en los campings.
Por lo que respecta a los hoteles, este año ha finalizado con una cuota superior de viajeros internacionales que nacionales. En términos generales, el número de visitantes ha crecido un 4,1%. Del total, 1.082.002 fueron españoles, mientras que 1.156.048 fueron extranjeros. Reino Unido sigue siendo líder indiscutible dentro de los mercados fuera de las fronteras del país: 832.115 viajeros en 2023, un 5,2% más que hace cuatro años. El siguiente es Portugal, con 57.800. Los lusos experimentan un incremento del 67,7%.
Pero no es el único que está al alza. El resto de mercados internacionales han registrado incrementos que van desde el 3,2% de Bélgica hasta el 88,4% de Italia.
