Opinión

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El talento directivo, la piedra angular de las organizaciones

Publicado: 28/12/2025 ·06:00
Actualizado: 28/12/2025 · 06:00
  • Vista panorámica del casco urbano de Alicante.
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Desde hace poco más de dos años no paramos de oír hablar de talento de forma constante. Esta situación, por un lado, genera el riesgo de que se convierta en un término manido y se olvide o diluya la importancia del mismo, particularmente en el contexto actual. Otra visión, más optimista, la mía, es que la recurrencia de su uso sea como una lluvia fina que lleve a conocer más sobre gestión del talento y nos ayude a abordar debates necesarios desde la creación y no la confrontación. Vayamos por partes para lograr provocar una reflexión adecuada. Así, en primer lugar, conviene entender bien qué es talento; en segundo lugar, por qué se ha convertido en un tema estratégico para cualquier organización, en un debate social, y por último, revisemos el estado de la cuestión en nuestro territorio desde la perspectiva del directivo.

Sin ser una definición oficial, yo creo que el talento es la disposición o habilidad de una persona que le lleva a destacar en una ocupación, tarea o actividad. Puede ser innato, pero en cualquier caso requiere práctica, aprendizaje y experiencia para desarrollarse plenamente. Así, las personas llamadas talentosas muestran aptitud o facilidad en un área determinada, ya sea de manera natural o adquirida. La buena noticia es que todos tenemos un talento, tal vez no lo hemos descubierto, o tal vez no lo hemos desarrollado lo suficiente.

Es también importante recordar que talento no es inteligencia, ni tampoco es un don, sino una facultad más desarrollada o propicia para algo. Son muchos los factores que llevan a que abordar la adecuada gestión del talento en las organizaciones es una prioridad y, sin duda, una cuestión estratégica que ha entrado al Consejo. Por un lado, nos encontramos en una situación donde la ley de la oferta y la demanda evidencia un gran desequilibrio. A pesar de existir una tasa de paro, sobre todo juvenil, que es inaceptable, muchas empresas no encuentran personas para integrar en sus equipos. Las causas son tan variadas como los colores. Se habla de cambio de paradigma de las nuevas generaciones, de agotamiento de sistemas tradicionales, del efecto de la inmigración, de lo obsoleto del sistema educativo, y de otras muchas cosas más.

En mi opinión, si para nuestro mejor desempeño debemos desarrollar una tarea que nos guste y donde seamos buenos, tal vez el problema comience en una falta de autoconocimiento, de humildad y de reflexión que nos empuja a tomar decisiones sobre nuestra carrera profesional sin suficiente rigor. También en las empresas, se debe entender que las competencias del conocimiento no pueden desplegarse si el puesto no permite hacer uso y crecer en tus otras competencias, las mal llamadas soft skills, que lejos de ser blandas son la base de las relaciones. ¿Y qué es la vida y el mundo de la empresa sino un conjunto de relaciones?

En cuanto al talento en Alicante, debo reconocer que no soy objetiva, y que mi opinión no tiene más valor que el de una persona comprometida con mi territorio, con mi gente, y con el significado del propósito de vida. Estoy convencida de que nuestra provincia alberga personas con un gran talento natural, porque somos herederos de una historia de emprendedores, mercaderes, artesanos y valientes, cuya sangre se ha mezclado con razas y orígenes muy distintos que nos hacen portadores de un gen diverso del que poder presumir.

Nuestra formación en el ámbito profesional y directivo es de calidad, es ambicioso y ejercemos una formación continua en el aula y a través de actividades relacionales y la sana red asociativa.

Nuestros directivos son humildes, curiosos, valientes y creativos, cualidades esenciales de un gran líder. En definitiva, capaces de detectar el valor de las ideas del equipo, de motivar con proyectos únicos, de realizar esfuerzos para alinear voluntades con creatividad a raudales y, por supuesto, respetando el entorno en el que desarrollamos nuestra actividad. Eso sí, no hay talento que pueda salir airoso de un marco de trabajo con legislación a veces sin sentido, nada equilibrada y donde —como alguien dijo— el sentido común se ha convertido en el menos común de los sentidos.

No obstante, en Alicante, hay talento para rato.

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