Uno de los accesos a la iglesia de San Bartolomé de Xàbia.XÀBIA. La iglesia de San Bartolomé de Xàbia ha recuperado su esplendor. Este templo-fortaleza gótico (siglo XVI) se ha sometido durante el último año y medio a un proceso de restauración de urgencia. Se ha intervenido en varias zonas de la edificación, reparando goteras, tapando grietas, reparando la cubierta o reparando daños de la fachada principal. Todo con una inversión de medio millón que ha aportado la propia parroquia, con donaciones de particulares y hasta se abrió una cuenta para quienes quisieran aportar su granito de arena económico.
El director de los trabajos y conservador de Sant Bartolomé, Salvador Vila, explicó que las obras han durado algo más de lo previsto: “Comenzaron en febrero de 2019, pero con la pandemia y el confinamiento hemos terminado hace unas semanas”. Vila indicó que se han establecido tres fases de trabajo, de las cuales la primera ya ha finalizado: “Las obras de urgencia”. Ahora quedan por delante, el plan de restauración y la fase de musealización.
Durante este año y medio han sido muchos los trabajos que se han realizado en Sant Bartolomé, precisó Vila. Por un lado se han recuperado las almenas de la torre. “Hay que recordar que era una iglesia fortaleza, donde el pueblo acudía a refugiarse en situaciones de peligro”. De ahí su peculiar forma arquitectónica. La cubierta es plana, de 600 metros cuadrados. En ella también se ha actuado y se ha aplicado un revestimiento antihumedades. En la torre, además de reponer las almenas, que desparecieron en el XIX, se han reparado los daños de la construcción y se ha restaurado la escalera de caracol interior.
La iglesia estaba afectada de forma generalizada por las humedades. “El templo está construido con unos sillares muy porosos que con el paso del tiempo generaban daños por la humedad”. Ante esta situación se ha actuado en varios muros, con capas de materiales que impiden las filtraciones, como los del Archivo, del XVIII, y el de la Comunión, del XIX. Este templo, pese a ser del XVI, ha ha ido ampliado con el paso de los años en función de las necesidades de la población. “Los trabajos también han mejorado la situación de dos capillas, la de la Comunión y la del Archivo”, precisó Vila.
En ellas se han retirado materiales que se colocaron en la parte superior para evitar la filtración de agua y han quedado a la vista las cubiertas de las dos capillas y algunas ventanas de la construcción original. Finalmente, Vila indicó que estos trabajos han dado “esplendor” a la fachada principal de San Bartolomé. “Se ha consolidado toda la estructura de esta parte del templo y se han reparado los daños de pilastras, arquivoltas o tímpanos”.
