recibirá los residuos de 13 municipios de la comarca de la Vega Baja

Impacto económico de la planta de transferencia de Dolores: un millón de euros y 18 puestos de trabajo

1/12/2018 - 

DOLORES.  La planta de transferencia de Dolores ofrece las primeras previsiones y datos sobre el impacto económico y social que puede traer al municipio. Tras confirmarse su viabilidad, el Consorcio Vega Baja Sostenible está ultimando los trámites para lo que será una de las primeras plantas de transferencia que necesita la comarca. 

En cuanto a empleo: Dolores acogerá una de las instalaciones que dará empleo a 18 personas. Los puestos, ya concretados, son diversos. Para las labores de la nueva planta requerirán a una persona para la jefatura, dos puestos para administración, una persona que cubra la labor de oficial en electromecánica, siete peones y otras siete personas conductoras.

No son las únicas especificaciones que ya se conocen. En estos momentos, además, está abierto el diálogo con los vecinos y asociaciones que quieran plantear sus propuestas para acabar de dar forma al proyecto con el visto bueno y la participación del máximo de los agentes sociales y de la población de Dolores, que será quien reciba, de forma provisional, la mayor parte de los residuos de la Vega Baja. 

Por otra parte, los cálculos técnicos sobre el  impacto económico que creará la planta son, según calculan desde el consorcio de residuos para la Vega Baja, de 1.145.029,25 euros para el municipio dolorense. Según las previsiones serán 13 los municipios de la comarca que lleven sus residuos a esta zona de transferencia. En concreto, serán Algorfa, Almoradí, Benijófar, Catral, Daya Nueva, Daya Vieja, Dolores, Formentera del Segura, Guardamar del Segura, Los Montesinos, Rojales, San Fulgencio y Torrevieja. Esta instalación compactará los residuos de la recogida de esta zona de la comarca para su posterior traslado a las plantas de tratamiento.

El resto de municipios de la Vega Baja seguirán trasladando sus residuos como de costumbre, hasta que se de luz verde al otro proyecto de planta de transferencia que, parece ser, que se hará en Orihuela. El Consorcio Vega Baja Sostenible, está estudiando una iniciativa privada, un estudio de viabilidad de una planta de transferencia propuesta en Orihuela. Se ha aprobado la comisión técnica y se está a la espera de conocer si es un plan admisible o hay que subsanar cuestiones. El proyecto está a la espera del informe de la comisión. 

La planta de transferencia de Dolores acogerá 106.907 toneladas de residuos sólidos urbanos, voluminosos, fracción orgánica de los residuos municipales y podas. Por este servicio, el municipio recibirá un euro por cada tonelada al año, lo que supondrá un total de 724.684 euros en cuatro años, en el tiempo estimado del servicio. Además del dinero recibido por licencias o impuestos, también se contemplan inversiones en caminos y viales por valor de 420.345 euros. En concreto,  se adecuarán los viales circundantes a la parcela del polígono donde se va a ubicar la planta con el fin de adaptarlo al paso de los camiones de recogida. 

El futuro de la planta de transferencia de Dolores parece claro, aunque no tanto cuándo llegará la próxima planta vecina. Desde el consorcio de residuos de la Vega Baja afirman que "en el futuro" se tendrá que poner también en marcha la planta de la zona sur, así como toda la red de ecoparques fijos y móviles aunque sin especificar plazos. 

El Consorcio Vega Baja Sostenible depende actualmente de instalaciones externas de valorización para tratar los residuos urbanos de los 27 municipios de la comarca. Desde un punto de vista técnico la solución propuesta de planta de transferencia se ajusta en su conjunto a las prescripciones de las bases técnicas.

Cómo será

La instalación que acogerá el municipio de Dolores será una nave de 685 metros cuadrados y contará con un sistema de cierre de puertas rápidas, con el objetivo de minimizar el tiempo de apertura de las mismas mediante sensores, que detectan la presencia de los camiones a la entrada y salida de la planta de transferencia.

Asimismo, planean un sistema de aspiración que extraerá el aire del interior de la nave, depurándolo a través de un biofiltro y se renovará la totalidad del aire tres veces cada hora. Además, se instalará un depósito cerrado que recibirá el lixiviado proveniente del baldeo de limpieza del pavimento de la nave y del biofiltro.

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