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Incógnitas para el recuento electoral

27/05/2023 - 

La campaña electoral ha terminado, por fin. Hemos tenido algunas semanas de intensificación del discurso político que han dado bastante de sí, al menos, para entretener al respetable más politizado. Ahora llega la hora de la verdad, en la que veremos si los sondeos aciertan (y cuál acierta más), si tanto mitin, tanto debate, y tantas declaraciones en los medios y tanta actividad en las redes sociales han tenido efecto electoral. Varias son las incógnitas que desvelará el recuento de mañana, y de cuya resolución depende, en última instancia, cuál sea el resultado de las Elecciones Autonómicas en la Comunitat Valenciana.

La participación: en 2019 la participación en las elecciones autonómicas fue del 73,72%. Pero esta no es una cifra representativa, pues el miniadelanto de Ximo Puig buscando la coincidencia con las Generales provocó que fuese a votar más gente de la que habitualmente se moviliza en unos comicios autonómicos. En las ocasiones anteriores, coincidentes con las municipales, la participación fue de 70,19% (2011) y de 69,55% (2015). Y hay que tener en cuenta que al menos en 2015 había una clara movilización electoral de la izquierda, que explicó en parte sus excelentes resultados. Ahora, en cambio, no está tan claro que la izquierda se haya movilizado. De hecho, parece que la desmovilización pueda afectarle más que a la derecha. Conocer el dato de participación y, sobre todo, en qué municipios o barrios (particularmente escorados hacia la derecha o la izquierda) se incrementa o reduce más, nos dará ya algunas claves sobre lo que nos puede deparar el recuento.

¿Quién gana?: parece una pregunta de cierta importancia; ¿quién resultará vencedor de estas elecciones? Sin embargo, una cosa es ganar y otra cosa es sumar con tus socios potenciales; son dos cuestiones distintas, aunque interrelacionadas. En 2015 venció el PP, pero con una erosión tal de sus resultados que la izquierda pudo sumar cómodamente una mayoría absoluta. En 2019 venció el PSPV (por primera vez desde 1991), pero su victoria por poco no es suficiente para alcanzar la mayoría absoluta junto con Compromís y Unidas Podemos.

En estas elecciones, ganar parece condición necesaria, pero no suficiente, para que el PP logre sumar con Vox 50 o más diputados. El PP va a asimilar a la mayoría de votantes de Ciudadanos, según indican todas las encuestas, y ello debería bastarle para volver a ganar las elecciones autonómicas. La cuestión es si sumará o no para gobernar. Una victoria sin alcanzar la GVA será una victoria pírrica, para la que no habría consuelo por mucho que se mejorasen los resultados de 2019 y 2015.

En cambio, el PSPV no necesita ganar; lo que necesita es que su bloque electoral gane. Es evidente que si el PSPV logra vencer en su particular disputa con el PP por la victoria en estas elecciones Ximo Puig tendría expedito buena parte del camino hacia la reelección. ¿Qué es lo que sí necesita el PSPV? Obviamente, necesita no perder por muchos escaños frente al PP; que Compromís supere en escaños a Vox; y que Unidas Podemos entre en el parlamento autonómico. Sin esos tres condicionantes, la izquierda lo tendrá muy complicado para reeditar la actual mayoría del Botànic.

Habrá que ver los resultados, pero las encuestas sí que están detectando una singular fortaleza y estabilidad en el voto a Vox y a Compromís, ambos partidos más o menos resignados a ser comparsa de PP y PSPV en estas elecciones, pero que si continúan consolidando un suelo electoral en torno al 15% podrían aspirar a intentar el sorpasso en el futuro; entre otros factores, porque la mayoría de los votantes jóvenes se decanta por ellos, mientras que los votantes de PP y PSPV presentan un perfil envejecido, con los pensionistas como principal granero de votos de ambos.

Por último, como es evidente, para que gane un bloque es importante maximizar electoralmente los apoyos de cada bloque, esto es: convertir el máximo número de votos en escaños. Para ello, también es importante ganar las elecciones en cada circunscripción, lo cual otorgará una pequeña prima en el reparto de escaños (circunstancia que en principio favorece al PP y al bloque de las derechas), y sobre todo es importante que no se queden fuera formaciones con un significativo número de sufragios, pero que no alcancen el 5%. Esta es una de las cuestiones capitales de esta campaña, lo ha sido desde el principio, y las encuestas apenas han contribuido a despejar -en principio, pues sólo son encuestas- una parte de la ecuación: la que dice que es muy improbable que Ciudadanos entre en Las Cortes Valencianas y que, por tanto, sus votos no podrían sumar para el bloque de la derecha (que es donde en principio se ubicarían, si bien la campaña de Mamen Peris ha buscado en todo momento alejarse de su adscripción a ningún bloque). En cambio, también dicen que Unidas Podemos está al filo de la navaja, al borde de entrar o de no hacerlo. Una circunstancia que puede convertirse en la clave de arco del recuento electoral.

¿Qué efectos tendrá en la política nacional? Por último, y como nos han repetido machaconamente desde hace semanas, parece evidente que los resultados en la Comunitat Valenciana tendrán consecuencias sobre las expectativas electorales de los bloques de izquierda y derecha de cara a las inminentes elecciones generales previstas para finales de este mismo año. Si el PP logra reconquistar la Generalitat, facilitará muchísimo su intento de volver a la Moncloa, incluso con una mayoría suficiente para poder librarse de la molesta compañía de Vox en el Gobierno. Si el Botànic resiste, las cosas no serán tan fáciles. Es más: si la derecha no consigue grandes avances en estas elecciones autonómicas y municipales (teniendo en cuenta que en 2019 sus resultados fueron horribles) se incrementaría el runrún de la Brunete mediática, la prensa conservadora de Madrid (férreamente ayusista como sólo puede serlo una prensa comprometida con sólidos principios morales y un no menos sólido riego de publicidad institucional de la Comunidad de Madrid), para sustituir a Núñez Feijóo por Díaz Ayuso, en especial si ésta logra mayoría absoluta en su feudo. Pero todo eso ya lo analizaremos a partir del lunes.

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