situación crítica en el cauce viejo del río segura

Guardamar urge a la CHS a que acometa obras de dragado en la desembocadura para evitar futuras inundaciones 

11/05/2022 - 

GUARDAMAR DEL SEGURA. El Ayuntamiento de Guardamar del Segura reclama al Ministerio de Transición Ecológica y a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) a que se apresuren para acometer las obras necesarias en el cauce viejo del río Segura para evitar que ante futuras avenidas de agua se inunde de nuevo la Vega Baja.

El alcalde de la localidad, José Luis Sáez se ha reunido este martes en el Ayuntamiento con la comisión técnica del Plan Vega Renhace para actualizar la información respecto a la problemática generada por la situación de la desembocadura y aunar fuerzas para pedir a los organismos competentes para que actúen con la mayor celeridad posible.

La desembocadura juega un papel fundamental en episodios de grandes lluvias y avenidas de agua en el resto de la comarca. Las acequias y azarbes se convierten en un sistema clave mediante el cual, ante estos episodios, permiten la evacuación de las aguas. Estas llegan en su mayoría al cauce viejo del río Segura en la desembocadura. Si este último tramo no está acondicionado de forma óptima las opciones de desagüe se reducen exponencialmente. Es en este aspecto donde incide Sáez. “Se hacen obras en el resto de la Vega Baja, que son muy necesarias, pero se olvidan de la parte final [desembocadura]” señala.

El lunes de la pasada semana, el president de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, presentaron en Dolores un nuevo paquete de inversiones para la mejora y rehabilitación de nueve acequias y azarbes con un presupuesto de 12 millones de euros. Sáez aprovechó la oportunidad para mostrarle a Puig la situación en la que se encuentra esa desembocadura donde irían a parar las aguas de esas acequias en las que se va a invertir y trasladarle que las actuaciones son de suma urgencia. Sáez quiso hacer a Puig conocedor de la situación pese a que el organismo competente es la Confederación Hidrográfica del Segura.

La situación es tan crítica que además de que el calado es muy reducido, en algunos puntos es inexistente, quedando fuera del nivel del agua los sedimentos y lodos. Esto impediría minimizar futuras inundaciones. Saéz alerta que ante este estado no haría falta las lluvias o las avenidas de agua como la Dana de septiembre de 2019 para notar las consecuencias, sino que sin ser tan drásticas ya se evidenciarían.

Una situación similar se da al otro lado del dique que le separa del cauce nuevo y mucho más ancho de la desembocadura. En muchos puntos se da un calado de 90 centímetros. Esto hace disminuir la capacidad de metros cúbicos en relación al tiempo de evacuación de las aguas al mar. El Ayuntamiento ha hecho algunas actuaciones, la última la retirada de 20.000 m3 de sedimentos. No obstante, reseña el alcalde, se trata de una actuación muy menor, por lo que insiste en la necesidad de que se determine qué hay que hacer para conseguir una salida fluida al mar.

La importancia de ese cauce viejo del río Segura en la desembocadura por el gran aporte de aguas que le llega se evidenció en la dana de 2019, cuando la CHS se vio obligada a romper el dique que separa los dos cauces para permitir una mayor evacuación de las aguas. No solo no lo reconstruyó sino que adecuó esa abertura e instaló dos conexiones controladas por compuertas. La inversión de estas obras, junto a otras de limpieza de flotantes, sumó un total de más de medio millón de euros, según la CHS.

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