ELCHE (EFE). El entrenador del Elche, Francisco Rodríguez, afirmó este lunes que su equipo ha preparado el partido de mañana con la idea de que va a tener enfrente al mejor Betis posible, por lo que no cree que el equipo sevillano pueda estar distraído por la final de Copa del Rey del próximo sábado.
"Tienen unos de los partidos más importantes de los últimos años, pero al final están a tres puntos de la Champions y ante nosotros van a jugar los mejores", dijo el almeriense, quien añadió que el Betis "tiene una plantilla fantástica y bien compensada".
"Estamos preparados ante el mejor once posible y ante él hemos de competir", dijo Francisco, quien admitió que el Elche afronta el partido sin la presión clasificatoria de la jornada anterior.
"Hemos tenido poco tiempo para preparar el partido. Vamos a ver cómo se han recuperado los jugadores. Algún cambio habrá, pero no me preocupa porque los que entren lo harán fantástico. Esto es cosa de todos", apostilló.
Francisco asumió que el Betis dominará por momentos al Elche, pero pidió a su equipo que sea "ambicioso, porque es el momento en el que más debemos serlo".
"El Betis es muy versátil. Pensar que nos puede hacer daño de una sola forma sería un error. Tiene calidad en el medio campo, verticalidad en los extremos… Está cerca del segundo puesto y está muy bien entrenado", recordó.
El almeriense no desveló si volverá a repetir la línea defensiva de tres centrales, pero garantizó que sus equipos, con independencia del sistema, "siempre van a ser ofensivos".
"Lo más importante es que los jugadores se crean lo que hacen", explicó Francisco, quien elogió el compromiso del argentino Javier Pastore con el grupo a pesar de su escasa participación.
"Espero que pueda estar al cien por cien en breve. Nos está ayudando muchísimo en vestuario. Le estoy súper agradecido porque está poniendo su granito de arena con su experiencia, veteranía y buen hacer", comentó.
El técnico del Elche descartó que la victoria ante el Mallorca, clave en la lucha por la permanencia, pueda haber rebajado la tensión competitiva de su equipo.
"Nos estamos jugando muchísimo y no es momento de celebraciones. A mí me ha costado dormir esta noche pensando en el Betis. El que se relaje no puede competir en este equipo", señaló el entrenador, quien no se atrevió a asegurar que una victoria en el Villamarín puede sellar la permanencia matemática.
"Sería un paso de gigante, pero después de ganar Levante y Alavés no sé dónde puede estar la salvación. Sería muy importante y eso es lo que tenemos que pensar, no más allá", argumentó.