ALICANTE. La Conselleria de Transición ha presentado este miércoles el plan denominado Vertido Cero, el plan de reutilización más grande de España, con el que pretende aprovechar todo el agua que se depura en las tres estaciones de la comarca de L'Alacantí -Rincón de León, Orgegia y Alacantí Nord-; evitar que se vierta al mar y aprovecharla, cumpliendo con las normativas de calidad, para el riego. El proyecto, que cuenta con una parte de las obras financiada por el Ministerio de Transición Ecológica y otra de fondos propios de la Entidad de Saneamiento de la Generalitat, contempla una inversión de 150 millones, que podría licitarse en 2023 y ejecutarse en los próximos tres años. El objetivo es conseguir que un montante de 30 hectómetros cúbicos que se vierten al mar puedan ser reutilizados para el riego, una cantidad que supone casi el 50% de lo que se trasvasa cada año del Tajo al Segura. Para ello, la Entidad de Saneamiento ha diseñado un plan de cambio de los flujos de la depuración para que las tres estaciones de L'Alacantí puedan asumirlo; dotarlo de energía fotovoltaica, por el día, y de aplicación de sistemas de osmosis por la noche, y depositar el agua para que pueda usarse para el riego y, al mismo tiempo, evitar que acabe en el mar, como sucede hasta ahora.
El primer paso que propone la Generalitat para este plan es cambiar los flujos y las capacidades de las depuradoras de l'Alacantí. En la actualidad, San Vicente del Raspeig deriva sus aguas residuales a la planta de Rincón de León; y Alicante, a Rincón de León y Orgegia, y El Campello, Sant Joan y Mutxamel, a Alacantí Nord. Se propone que las aguas de San Vicente vayan a Orgegia y de esta manera redistribuir la capacidad de depuración. Alicante mandaría una parte a Rincón de León y a otra a Orgegia, junto a San Vicente del Raspeig, a excepción de La Condomina, que iría a Alacantí Nord.
El cambio de estos flujos supone una inversión de 40 millones, que asumiría la Epsar con fondos propios, según ha explicado el gerente, Joan Ángel Conca. En Rincón de León se invertirían 12,5 millones en reformar la línea de agua y la reforma del terciario avanzado. En Orgegia, otros 12,5 millones en reformar el tratamiento de terciario avanzado existente para los caudales de San Vicente. En Alacantí Nord se destinarían 8,6 millones para su adecuación, con asunción de los caudales procedentes de la zona de Playa de Alicante.
La Epsar considera que con esta inversión se conseguiría la reutilización del 100% de los caudales de las tres depuradoras; es decir, 30 hectómetros cúbicos; se acabaría con el vertido al mar, se pondría fin a los nutrientes; la calidad del agua cumpliría con la normativa dela UE y se podría destinar al riego.
El planta contempla otra inversión de 6,4 millones para el barrio de San Gabriel para mejorar la adecuación de barrancos y la recogida de aguas pluviales. Para ello, la consellera Mireia Mollà ha emplazado al Ayuntamiento de Alicante que se sume al proyecto y aporte de su lado para mejorar la situación de las aguas que van al mar cuando se producen lluvias torrenciales. Los vecinos del barrio de Gran Vía Sur han calificado este miércoles el proyecto de electoralista, a muy largo plazo y falto de concreción. Consideran los vecinos que este plan no pone solución a la situación crónica de vertidos contaminantes por aguas residuales urbanas e industriales sin tratamiento o con depuración inadecuada procedentes de la red de drenaje de la depuradora de Rincón de León, la principal de Alicante, que consta de 42 puntos de vertido, 27 de ellos directos al mar, sin autorización.
La otra parte del plan del Vertido Cero presentado por la Conselleria contempla una segunda fase, que es la financiaría el Ministerio con una aportación de 105 millones de euros a ejecutar en tres años y que supone la interconexión de los caudales de las depuradoras, la instalación de energía fotovoltaica y la implantación de sistemas de osmosis y la construcción de depósitos para el almacenamiento del agua.
Según ha explicado el director general de Agua, Manuel Aldeguer, se crearía una infraestructuras de canalización y depósitos de los caudales de las aguas depuradas, sobre todo, en torno a las estaciones de Rincón de León y de Orgegia (Alacantí Nord derivaría en Orgegia). Para llevar el agua durante el día, se usaría la energía fotovoltaica y se depositaria en puntos en alto, de manera que por la noche se aplicarían sistema de osmosis (desalación) para tratar y enviar los caudales a los depósitos habilitados con una calidad que cumple con la normativa de la UE.
Este conglomerado de infraestructuras también contemplaría, en el caso de la depuradora de Rincón de León, además de la planta de osmosis, las estación de bombeo y la instalación fotovoltaica, la aplicación de sistemas de biorreactores en aguas residuales para eliminar los nutrientes y que el agua tenga más calidad. Aldeguer ha comentado que la Generalitat dispone de parcelas próximas a la estación depuradora que podrían acoger estas nuevas instalaciones, en caso de ser necesario. El sistema también sería replicable en Orgegia.
En total, para generar todo el proceso de interconexión y almacenamiento, el ministerio ha comprometido 105 millones para el proyecto, que sumarían a los 40 millones de la Epsar, del que Mireia Mollà, ha destacado que permitía contar con agua para riego en un espacio de tiempo relativamente corto, como es el 2026 y mejorar la autonomía hídrica de la Comunitat. Además, ha insistido que es el plan único de reutilización de agua tanto para la Comunitat Valenciana, especialmente para las comarcas del sur, y único también en el resto de España. Y ha añadido, con coste cero para los regantes.
Y es que desde la instalaciones de las depuradoras saldrían dos ramales para el Medio Vinalopó y otro para Riegos de Levante, para el Baix Vinalopó. El plan contempla depósitos receptores en la Huerta de Alicante, Fabraquer, Alicante, Aspe, la margen izquierda de Riegos de Levante y Aguas Municipalizadas de Alicante. En total, las depuradoras generarían 34 hectómetros al año, de los que 27,8 estarían disponibles para el riego, a coste cero, como ha insistido Mollà.