ELCHE. El pleno de organización de este miércoles ha mostrado algunos detalles interesantes. Más allá del tanteo y conato de debate, que tanto Ejecutivo como oposición han evitado porque no era el día, solo dejando pullitas; o las buenas formas con las que han acabado, ha sido destacable también el cambio en el discurso. O como mínimo, curioso. Quienes están ahora gobernando asumen el mismo discurso que tenían sus antecesores y viceversa. Un intercambio de argumentario que puede ser otra tónica para el discurso que reine estos cuatro años.
Puede que el cambio de bancada y el rol adjunto modifique también las perspectivas y el tono. En este aspecto, tras las críticas de PSOE y Compromís al PP y más en concreto al alcalde Pablo Ruz por no haber estado en los actos del Orgullo LGTBI —entre otras cuestiones—, el regidor les ha contestado que "querer llevar la contraria es andar la senda de la crispación en la que no nos van a encontrar". Es exactamente el mismo discurso que entonces llevaban desde PSOE y Compromís cuando formaban Ejecutivo, criticando al PP por intentar crispar el ambiente político. Un primer embate que Ruz ha intentado cortar, también con la colaboración de sus rivales, porque no querían profundizar en cuestiones que van a dar mucho que hablar en estos cuatro años. Y con el alcalde interviniendo en el debate, lo que le da más visibilidad pero también le podría desgastar.
También ha sido curiosa la mano tendida del líder de la oposición, Héctor Díez, a final del pleno, instando a Ruz a "abrir una nueva etapa", para formalizar de cara al futuro cómo destinar las dedicaciones exclusivas a los grupos municipales y la oposición "para que no dependan del alcalde de turno". Un planteamiento hecho ahora desde la oposición después de ocho años de gobierno de PSOE y Compromís, y al que Ruz ha recogido el guante. No sin antes recordarle de forma implícita que frente a las "equitativas" (y no "generosas", matizaba el alcalde) 6 dedicaciones enteras y 2 parciales que tendrá el PSOE, el PP solo tuvo dos enteras el anterior mandato, teniendo 9 concejales (tan solo media más que Ciudadanos o Vox, con dos ediles), o que ya hubieran querido este trato en la oposición, en definitiva, cuando fueron el partido mayoritario pero no gobernaron, casos de 1995 y 2015.
Y de igual forma que hablaba Díez de ese acuerdo para dejar zanjadas las remuneraciones y dedicaciones a los grupos municipales de ahora en adelante, también Ruz estaba de acuerdo, con una suerte de "hoy por ti, mañana por mí", para que quien esté en la oposición en la alternancia tenga unas condiciones dignas. Para esa "fiscalización rigurosa", que decía Díez, y que en su día ensalzaba también Ruz en la oposición. También conminó el regidor a PSOE y Compromís, a elaborar el Reglamento Orgánico Municipal (ROM), que no lo hay y que el anterior bipartito anunció que impulsaría. Un tanto que se anotaba Ruz: "Hemos venido el PP a poner orden después de que hayan tenido ocho años", decía antes de finalizar, añadiendo que también contará con ambos para impulsar la gestión de los distritos. Algo que hasta ahora ha sido poco menos que inédito, salvo algunas modificaciones presupuestarias que se incluyeron en el remanente del año pasado.