ALICANTE. Otra piedra en el camino para la aprobación del presupuesto de Alicante que demora, al menos durante unos días, el inicio de la fase de discusión política entre el conjunto de los grupos políticos que componen la corporación. En esta ocasión, el bipartito en situación de minoría compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs) queda obligado a introducir ajustes en su propuesta de planificación económica, después de que el interventor municipal haya instado a aplicar una rectificación sobre los fondos asignados a la Concejalía de Recursos Humanos.
En concreto, según han precisado fuentes municipales consultadas por Alicante Plaza, el interventor municipal habría planteado que la suma prevista para sufragar un posible aumento del 1% en las retribuciones de los funcionarios (adicional al 2% acordado por el Gobierno Central) se consigne en la partida de "ahorros" y no en la de "contingencias", como figuraba hasta ahora en el documento propuesto por el equipo de Gobierno.
En principio, esa rectificación -que no se ha sustanciado en un informe de reparo, según las mismas fuentes- podría quedar solventado en unos días. Puede, incluso, que antes de la próxima semana. A partir de entonces, PP y Cs tendrán dos opciones a su alcance: iniciar una ronda de negociaciones con los cuatro grupos de la oposición (PSPV-PSOE, Unides Podem EU, Compromís y Vox) antes de aprobar la propuesta en Junta de Gobierno, o validar esa planificación contable en ese órgano de representación política para iniciar esas conversaciones después.
En todo caso, el propio alcalde, el popular Luis Barcala, garantizó la semana pasada que abriría un proceso de negociación política con el conjunto de la oposición antes y después de que el presupuesto quedase aprobado en Junta de Gobierno. Por lo pronto, el bipartito acaba de convocar reuniones de las Juntas de Distrito entre esta semana y la próxima para que se produzca el nombramiento de los nuevos representantes del Consejo Social de la Ciudad: el órgano al que, según el procedimiento reglado, se debe informar sobre el proyecto de presupuestos antes de su aprobación en pleno.
Sea como fuere, lo cierto es que el nuevo tropiezo en la tramitación del presupuesto se añade a toda la serie de vicisitudes acumuladas hasta ahora: la negociación interna entre PP y Cs, el recorte motivado por la liquidación de las transferencias del Estado y los órdagos lanzados tanto por Vox como por el PSPV-PSOE sobre sus condiciones para apoyar el documento.
Hasta el momento, no ha trascendido que el bipartito cuente con el respaldo explícito o implícito de ningún otro grupo político. Como viene informando este diario, para que la propuesta de planificación económica se requiere al menos del voto favorable o la abstención de un concejal de la oposición para alcanzar más votos positivos que negativos en una corporación de 29 ediles.
Por su parte, el portavoz municipal de Compromís, Natxo Bellido, ha reaccionado, también este martes, frente al nuevo contratiempo en la tramitación del presupuesto para asegurar que "cada vez es más alarmante, siguen pasando los días, las semanas y los meses, y seguimos sin saber nada del presupuesto". "Y además no existe ninguna voluntad del equipo de Gobierno por sentarse con Compromís a negociar los presupuestos", ha añadido. "Ahora hay un nuevo problema con esas partidas de Recursos Humanos que no sabemos muy bien a qué se deben, ni si tienen que ver con el desarrollo de la carrera profesional, así que el señor Barcala vuelve a mentir", ha recalcado. "Tuvimos un encuentro institucional en diciembre en el que nos dijo que nos iba a convocar de manera periódica para hablar de los presupuestos y no sabemos nada; o los tiene cerrados con la extrema derecha o es un irresponsable", ha concluido.