ELCHE. Ahora sí, el inmueble que albergó la discoteca Club Camelot-Divine-The Faculty tiene los días contados. Club Camelot o Cine Ideal, Barbus, Copy La Orden, Terminal, La Orden, S7ven... Cada ilicitano e ilicitana tiene su propio relato, su propia versión de los hechos, dependiendo de su generación. Y el próximo capítulo está por escribir. De momento, tras la concesión de licencia de demolición del Ayuntamiento al industrial que adquirió el inmueble, actual propietario, ya han empezado los preparativos para el derribo. Se prevé que finalice a mediados del próximo mes de marzo.
Durante este mes de enero se ha podido ver bastante trasiego de obras en el inmueble, con grúas, operarios y algún corte de calle. Si bien hace unos meses se retiró tan solo una parte de la fachada por peligro de desprendimientos, lo que dejó al descubierto algunas ventanas del antiguo Cine Ideal, ahora sí que han empezado los preparativos para el derribo. Primero se ha retirado la cubierta, después ha sido el turno del amianto, y a partir de ahí empezará el derribo del inmueble. Estaba previsto que la demolición finalizase a finales de febrero, sin embargo, por las fuertes rachas de viento de hace unos días se mantuvo la operación paralizada, por lo que el actual dueño del edificio cree que en torno a mediados de marzo ya debería, aproximadamente, haber finalizado la intervención. Una vez derribado, se vallará el solar.
Eso sí, sobre el principal quid de la cuestión, qué se construirá después, aún no está claro. Por ahora no hay ningún proyecto cerrado. Sí se ha estado negociando con compañías del sector de la salud y de la hostelería, pero aún queda concretar. Se trata de una ubicación con bastantes posibilidades, con una edificabilidad permitida de seis plantas y tres o cuatro plantas de sótano. Además, en una zona fuera de vigilancia arqueológica. No obstante, desde la propiedad advierten de que todavía sigue presente el incremento de un 35-40% del coste de las materias primas que vienen afectando a la construcción, por lo que no es un momento fácil. En el caso municipal por ejemplo, se han revisado muchos de los proyectos adjudicados o incluso ejecutados por la inflación, que ha encarecido o retrasado las distintas actuaciones.
Sobre la nave, se trata sin duda de una parte de la historia del ocio nocturno local que lleva años congelada. Para remontarse al principio de su final hay que mirar a 2014, cuando la discoteca Club Camelot Santa Pola, uno de los referentes de la noche alicantina desde septiembre de 1989, acogiendo conciertos y sesiones de grupos y djs internacionales y referentes patrios —a modo de anécdota, la primera fiesta de presentación del FIB fue en el castillo de Santa Pola—, bajaba la persiana para siempre, a la espera de que se materializara un proyecto (se dice que un supermercado) que nunca llegó. De hecho, el solar sigue sin construir. El mismo destinó le siguió al negocio en Elche, renovado entonces con las fiestas universitarias de The Faculty los jueves, las fiestas electrónicas de Divine los viernes y la marca de la casa, el pop independiente de Camelot, los sábados.
Sin embargo, los hermanos Planelles, últimos propietarios del negocio, tenían difícil continuar con la discoteca debido a las quejas y denuncias de los vecinos por las molestias nocturnas. Fuera del ámbito de Camelot, en la parte de detrás, en los últimos años había sido S7even, un local de ocio de música latina. Anteriormente, en los 90, allí se ubicaron sitios históricos de la noche ilicitana, como La Orden, con Tantallon detrás para los quinceañeros, y abriendo posteriormente el definitivo Camelot. Y más atrás en el tiempo todavía, en los 80 fue Barbus, también Copy y más tarde Terminal, aún en los estertores de una moribunda ruta del bakalao.
Así pues, un local referente del ocio durante décadas en Elche. Pero no solo del ocio, también lo fue de la cultura. Desde los años 30 del siglo XX fue el Cine Ideal, el primero de la ciudad, una auténtica institución cultural del municipio. Antes de que llegara la época de discotecas, llegó también a ser bingo. La actual nave, después de varias reformas, es del año 1978, y ha estado dedicada al uso de espectáculos, con una superficie gráfica —de la parcela en la que se ubica el inmueble— de 581 metros cuadrados y una superficie construida —el total, contando el interior— de 1.162 metros. Por ahora, lo único que queda vivo de todo su pasado, además de la memoria colectiva, es el pub de Club Camelot, en Gran Playa de Santa Pola. Ahora que llega la hora del derribo, quedará esperar para ver qué destino espera a esta emblemática ubicación.