Los ediles de Compromís en Alicante, Rafa Mas y Natxo Bellido.ALICANTE. El grupo municipal de Compromís en el Ayuntamiento de Alicante ha instado este martes al equipo de gobierno, el bipartito compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), a proseguir con la tramitación del presupuesto municipal de 2023 convocando la comisión de Hacienda y el pleno extraordinario para debatir su propuesta de planificación económica con el fin de dilucidar si cuenta con los apoyos suficientes para que quede aprobado o, de lo contrario, que "se someta a una cuestión de confianza vinculada a la aprobación de los presupuestos", según ha explicado el portavoz municipal de la coalición valencianista, Natxo Bellido.
En esta línea, ha apuntado que, en el caso de que no cuente con los votos necesarios para superar esa cuestión de confianza, "está claro que el alcalde debe dimitir", ha apuntado. "Insistimos en que no podemos acabar este mandato sin presupuestos; el señor Barcala debe dejar de esconderse, ha de dar la cara y ha de trabajar para que estos presupuestos sean una herramienta para transformar la ciudad", ha incidido. Así, ha considerado -como ya apuntó en el transcurso del pleno de febrero- que "es mejor tener un mal presupuesto que no tener presupuesto" y ha añadido que "creemos que lo mejor es que se pueda iniciar el próximo mandato con un presupuesto aprobado, aunque, después, pueda modificarse".
Por ello, ha emplazado al alcalde a "tener coraje y valentía y le animamos a convocar la comisión de Hacienda y el pleno de presupuestos; si no tiene mayoría, puede recurrir al instrumento al que se han acogido otros ayuntamientos que es el de someterse a una cuestión de confianza". "Y si no tiene mayoría en ese pleno de presupuestos, ya que no los quiere negociar, que se someta a esa cuestión de confianza". Eso sí, ha anticipado que "si no la supera" al no recabar el respaldo mayoritario de la corporación "deberá dimitir", puesto que se convertiría en el primer alcalde que no habría sido capaz de aprobar un presupuesto "por primera vez desde que yo recuerdo en este ayuntamiento", ha considerado.
Por su parte, el también edil de Compromís y candidato a la Alcaldía, Rafa Mas, ha añadido al respecto que el equipo de gobierno "se toma los presupuestos a pitorreo", para recordar que "la edil de Acción Social, Julia Llopis, se ofreció a presentar su dimisión si nosotros aprobábamos los presupuestos, y cuando dijimos que sí, el alcalde rectificó y le echó la bronca". En esta línea, ha añadido que, ante esta situación, "en Compromís vamos a trabajar desde ya en la elaboración de un documento marco en colaboración con entidades sociales para que sirva como base para un próximo presupuesto" en cuanto se celebren las próximas elecciones municipales.
No obstante, nada parece indicar que ese vaya a ser un escenario probable, a tenor de la respuesta facilitada por los portavoces del equipo de gobierno, Antonio Manresa y Manuel Villar, en el transcurso de la comparecencia semanal en la que se da cuenta de los acuerdos alcanzados en Junta Local. En esta línea, Villar ha señalado que la posibilidad de vincular la aprobación del presupuesto a una cuestión de confianza no es una cuestión "que se haya barajado ni que se haya contemplado". Así, ha vuelto a solicitar "altura de miras" al conjunto de los grupos de la oposición para insistir en los proyectos e iniciativas "que quedarán retrasados en su ejecución" por su decisión de bloquear la aprobación de las cuentas. "Son actuaciones que se desarrollarán antes o después, pero lo harán con retraso", ha señalado, en alusión a la pretensión de que el presupuesto de 2023 pueda aprobarse tras la celebración de las municipales de mayo.
Además, ha señalado que, en esta ocasión, el encaje de los presupuestos "ha supuesto especialmente dificultoso como consecuencia de la necesidad de incorporar el aumento de los precios de la energía y de los nuevos costes de las contratas de servicios que se han renovado", en alusión al servicio de transporte urbano en autobús y al contrato de la limpieza viaria y recogida de residuos (pendiente de la incorporación de nueva maquinaria -barrenderas y camiones de recogida, ya que las actuales estarían en el final de su vida útil- para que pueda activarse su eficacia de manera plena, según ha señalado) por lo que ha considerado que no existía la posibilidad de admitir las aportaciones planteadas por los grupos de la oposición.
Al tiempo, Manresa ha señalado que los grupos políticos de la oposición "no han querido negociar desde el pasado mes de octubre" después de haber primado lo que ha considerado "cuestiones electorales" para señalar que "incluso se han mantenido en el no después de que se haya propuesto aceptar parte de sus enmiendas".
A su vez, las palabras de Villar y Manresa han propiciado la réplica de los portavoces de los grupos opositores que conforman el eje progresista. Así, el portavoz del PSOE, Miguel Millana, ha calificado de "impresentables" las excusas aportadas por el equipo de gobierno en las que afirma que la oposición se está negando desde octubre a llegar a un acuerdo para sacar adelante el presupuesto de 2023. "Queda claro que el alcalde no ha querido activar los mecanismos participativos, sociales y ciudadanos, y por supuesto, menos aún los políticos, para llegar a un acuerdo. Nos llama poderosamente la atención de que no trabajen por mejorar los ingresos, sino que encima los que reciben los devuelven, como ha pasado con las ayudas extraescolares, el Contrato Programa de Servios Sociales y las ayudas habitacionales. Es una gestión caótica. No he visto a un alcalde que rechace subvenciones de otras administraciones. Esto es insólito", ha señalado.
Respecto a la excusa de que ha sido difícil cuadrar las cuentas por las subidas de la energía, Millana ha afirmado que es verdad que ocurrió, pero "también lo es que en este momento ha bajado. ¿Qué vamos a hacer ahora? ¿Vamos a alimentar otra vez los remanentes? Este año estimamos que superen los 150 millones de euros". "En fin, nosotros, junto a Cs, hemos llegado a un compromiso para que no se pierdan fondos europeos y estamos dispuestos a aprobar modificaciones de crédito en este sentido que correspondan al presupuesto de 2022, pero las cuentas de 2023 no, ya que Barcala no está dispuesto a retirar la ordenanza de la vergüenza, una línea roja para nosotros. Ante esto, el señor alcalde ni tan siquiera se ha sentado a dialogar. Manda a sus concejales para luego desautorizarlos", ha concluido Millana.
En parecidos términos se ha pronunciado el portavoz municipal de Unides Podem EU, Xavier López, quien ha insistido en que el equipo de gobierno se ha negado a negociar los presupuestos y ha recalcado que "nuestra condición era la retirada de la ordenanza de la vergüenza" en alusión a la ordenanza de convivencia cívica. "Pero no la van a derogar porque es la base de su propuesta política", ha sostenido.
