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Se han enviado varios requerimientos a la mercantil

El bloqueo de la ampliación del Hospital General de Elche tiene a Sanitat al borde de rescindir el contrato

5/08/2024 - 

ELCHE. La construcción del nuevo bloque quirúrgico del Hospital General se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para la Conselleria de Sanitat. Un proyecto necesario para ampliar la capacidad de quirófanos y liberación de espacios del hospital, y cuya obra lleva parada más de un año. Tras dos modificados de la obra que ya empezaron a finales de la pasada legislatura, con un aumento del coste para intentar salvar la obra, según ha podido saber este medio, Sanitat ha enviado varios requerimientos a la compañía adjudicataria para que vuelva al trabajo (la UTE Vainsa - General Constructor). El último en julio. De lo contrario, la situación tiene todos los visos de acabar con una resolución del contrato.

Los problemas que se han venido encontrando, y de los que derivan el aumento de coste y modificados del proyecto, vienen según se informó en su día por el anterior Consell, por las exigencias generadas por la pandemia, conllevando una revisión del plan funcional y una nueva revisión de los protocolos asistenciales. Pero principalmente, por problemas sobrevenidos durante la obra, como el cambio de sistema de cimentación por inundaciones, la modificación de la estructura al modificar la cimentación, la eliminación de elementos detectados en el subsuelo, el desvío de instalaciones preexistentes o la modificación de la urbanización circundante.

Aumento de costes y dos modificados del proyecto por petición de la mercantil

En retrospectiva, se trata de un proyecto anunciado hace dos legislaturas, en 2019. Finalmente, el contrato se formalizó en diciembre de 2020 por algo más de 11,4 millones de euros, pero las obras empezaron en febrero de 2021. Con previsión de finalizar en agosto de 2023, aunque ante el retraso de las obras y problemas de la misma, ese mismo agosto se aprueba ampliar en 14 meses más la actuación (esperando su final para último tramo de 2024). Los cambios supusieron que en mayo ya se hubiera incrementado el precio de ejecución a 17,1 millones de euros por estos problemas.

En medio, un camino enrevesado de tramitaciones y tiras y afloja que llegan hasta la actualidad. A propuesta de la dirección facultativa de las obras (C+G Técnica, quien diseñó el bloque) se propone un modificado del proyecto por esos elementos en el subsuelo que no estaban documentados y por los precios actualizados tras la pandemia. Se autorizó la continuación provisional de las obras en abril de 2022 hasta que se redactara el modificado de las obras, que incrementaba en 2,26 millones las actuaciones. Un cambio con el beneplácito de la empresa constructora. Tras una tramitación larga, este modificado se formaliza en noviembre de 2023 por ese monto, según consta en el expediente contractual.

Posteriormente, mediante resolución de enero de 2024 de la dirección general de Infraestructuras, revisando las necesidades, aprueba una segunda modificación del expediente, y que añadía un coste adicional de 3,38 millones de euros, con el acuerdo de la contratista. Se formaliza en abril de 2024. Hay que contextualizar que en el primer modificado de 2023, Intervención mostró desacuerdo con el precio por considerarlo insuficiente.

Último requerimiento en julio

Ahí Sanitat requirió que se indicara la fecha de comienzo de ejecución cuanto antes con los cambios aplicados, con el correspondiente programa de trabajo. A lo que la empresa habría respondido que sería en junio de este año cuando retomaría trabajos de cimentación y la urbanización. Pero al tiempo quería actualizar la ampliación de la fecha de entrega, fijando 26 meses más de plazo, con noviembre de 2026 ahora como fecha de entrega

Sin embargo, ya a finales de junio, ante estos nuevos escritos, Sanitat decide plantarse, entendiendo que las justificaciones por los retrasos no son aceptables, por lo que se negó a ampliar el plazo hasta que no se reanudasen los trabajos y poder corroborar que el plan de obra presentado por la mercantil es viable. Apoyándose además en informe de la dirección facultativa, que tampoco avala el pretexto para los retrasos. Así, al ver que no había movimiento, este pasado 7 de julio le envió el último requerimiento, a modo de ultimátum, en el que ya se plantea abiertamente a la contratista que si no vuelve a reanudar las actuaciones, se procederá a incoar un expediente para resolver el contrato. Y se ha pedido un informe a la dirección de la obras.

Obras al 25%

De todo este laberinto es de donde viene la paralización. Ahora Sanitat está a la espera, y si sigue sin haber respuesta nítida, que por ahora no ha ocurrido, activará el expediente para romper el contrato. Salvo que se pudiera encontrar algún resorte administrativo, la rescisión contractual supondría como mínimo estirar más los plazos de una actuación que lleva mucho tiempo enquistada. A noviembre de 2023, con el proyecto sin reactivación alguna, estaba aún al 25,51% de ejecución.

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