ELDA. Ofrecer las mejores soluciones tecnológicas enfocadas desde la visión artificial, especialmente, dentro de un sector tan tradicional y característico de Elda como es el del calzado. Este es el objetivo de Automática y Control Numérico S.L. (AYCN), ubicada en el polígono industrial de Campo Alto. "Damos servicio a unos sistemas que ayudan a verificar las piezas que se fabrican", comienza explicando José Doñate Alfaro, gerente y CEO, responsable último de la empresa que actualmente suma cuatro trabajadores, incluido él, y que es pura cirugía robótica refinada. En el caso del calzado, la sala de operaciones se centra en contrastar que la calidad de la medida sea la correcta, determinando con anterioridad los defectos en las pieles, también, combinando el método manual con sistemas automáticos y visión artificial. "Hemos hecho proyectos de verificación de fin de línea, para comprobar que las piezas que se colocan en los paquetes son las correctas, y en las condiciones que tocan, antes de llegar al proveedor", avanza Doñate.
La empresa de robótica aplicada al calzado -y no solo- lleva más de quince años en el sector, pero se caracteriza desde sus inicios por una visión esencialmente visionaria. "Procedemos de Inescop, ya que todos trabajábamos allí, y quisimos montar la empresa para explotar los resultados de investigación que se hacían, precisamente", explica. Todo empezó con el sistema de control numérico, como el propio nombre de la empresa indica, sobre todo para el corte por chorro de agua. "Siempre hemos estado al lado de la tecnología, intentando dar soluciones a un sector tan tradicional como es el calzado, lo cual es complejo", reconoce Doñate.
"El mapa de empresas que nos encontramos aquí, en la zona, no están acostumbradas a hacer grandes inversiones, y cuando hablas de tecnología la gente piensa que tiene que gastarse mucho dinero, por eso queremos ponderar muy bien hasta dónde el cliente al que nos dirigimos es capaz de valorarnos a un precio razonable", apunta. Un gran almacén de conocimiento el que acumulan y que les ha servido para su aplicación en otros sectores, recuerda, como el eólico. "Donde el presupuesto no es una frontera", confiesa. En sus técnicas de desarrollo a medida, desde los prototipos sensorizados, con su código QR, para la fibra óptica que recubre el interior de los molinos, para la posterior realización del molde a través de la inyección por resina, hasta la visión artificial aplicada en los camiones para reconocer y clasificar rápidamente la mercancía que cargan cuando llegan a su destino, entre otros.
La microempresa, diversificada en el diseño electrónico, mecánico, integración y software, sin olvidar un apartado tan importante como es el ensamblaje, busca, principalmente, automatizar labores "que no dan labor añadido", insiste su responsable. "Ese sería nuestro lema; hay determinadas operaciones dentro del sector calzado que, ni ahora ni en mucho tiempo, podrán ser sustituidas por un robot, por la habilidad que tiene el humano, como el puesto de centrador, que es clave, donde se pasa de formato 2D al 3D, y, dependiendo de la exactitud con la que se coloque, el zapato saldrá bien o no", detalla. "Al revés también ocurre; por ejemplo, en la repetitiva tarea de aplicar adhesivo, hoy en día, un robot guiado por algún sistema de visión es capaz de hacerlo mucho mejor, todo el tiempo que haga falta y sin cansarse", subraya. Por eso su apuesta por sistemas robóticos que son colaborativos, como su robot 'bebé', como lo llaman cariñosamente en la empresa, procedente de Dinamarca, con hasta seis eslabones y una capacidad casi infinita y milimétrica a la hora de trabajar, ya sea con ventosa o colocando y desplazando piezas.
En el sector que nos ocupa, una inteligencia por software que permite, prácticamente en un abrir y cerrar de ojos, determinar dónde hay que hacer el corte en la piel del calzado para evitar errores a la hora de ponérselo. "El ojo humano puede llegar, pero podría fallar, por el tema de la repetitividad", insiste Doñate. "El reto con el calzado es que hay una gran variabilidad, no es igual un zapato plano que el de piel, por ejemplo", relata. Los sistemas en 3D que se están desarrollando para el sector están permitiendo determinar su "geometría", asegura, con lo que apenas quedan fronteras en este sentido de la innovación. "Junto con Inescop se ha desarrollado un sistema para aplicar adhesivo, esta geometría 3D en el calzado, precisamente, y poder ajustarlo, de manera inteligente, al zapato", explica el gerente de AYCN, que es, a su vez, ingeniero. En la parte de desarrollo hardware lo acompaña Aimar Alabdo, natural de Siria y doctor en Robótica y Visión Artificial por la UA, y quien, junto a Juan Manuel Romero, técnico en Mecatrónica, en tareas como es el montaje de placas, forman el equipo tan innovador con sede en el municipio eldense, que tiene como última novedad el sistema de impresión con robot, pudiendo ampliar posibilidades a la hora de obtener el resultado final, dentro de esta gran revolución que mira hacia el calzado de la zona.