Ausencias justificadas (o no), según se mire, y cartas equivocadas

ALICANTE. Ausencias, o presencias, según se mire y cartas equivocadas. Llegados a este punto, al proyecto de la zona franca de Alicante ya se le mide por adhesiones. Y si, este jueves, estaban casi todos: Elche, Alicante, patronales, Gobierno, pero faltaba la Generalitat Valenciana. ¿La razón? Pues hay de todo, y alguna que otra anécdota. Las consellerias invitadas al evento eran Economía (Rafael Climent) e Infraestructuras y Medio Ambiente, hoy divididas en dos departamentos diferentes. De la primera, Rafael Climent había excusado su presencia por motivos de agenda, según destacan de su departamento, quienes recuerdan que el conseller ya trasladó a Ineca, organismo impulsor del plan junto a la Diputación Provincial, que daría respaldo público al proyecto cuando hubiera más concreción y siempre que fuera positivo para el entorno de Alicante y Elche. 

Más curioso ha sido lo de las consellerias de Infraestructuras y Medio Ambiente. La invitación se cursó, pero sólo llegó a Medio Ambiente. Allí, advirtieron que el departamento ya no tenía esa nomenclatura y que las competencias estaban divididas: urbanismo y puertos, en Vertebración del Territorio; y Medio Ambiente, evaluación de impacto ambiental, en Medio Ambiente y Agricultura.

La carta se remitió otra vez a Medio Ambiente, con su dossier correspondiente. Pero al visualizarlo, se dieron cuenta de que no tenían competencias en el asunto de la zona franca y por ello, no dieron curso a la invitación. Sin embargo, este jueves, las sillas de los dos consellers, Rafael Climent (Economía) y Elena Cebrián (Medio Ambiente) yacían vacías con sus correspondientes carteles, algo que ha molestado a Climent, pues había comunicado su ausenci. Infraestructuras no se dio por invitada, y Medio Ambiente, por invitada erróneamente. A juicio del PP, poco interés y desprecio hacia el proyecto.

Ciudadanos fue más exigente y reclamó, a través de la redes sociales, que hubiera asistido el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, o del secretario de Estado de Infraestructuras. Pues ni uno ni el otro.