Una de las protestas contra el cierre de la escuela infantil 'Siete Enanitos'.ALICANTE. El recorrido para normalizar el funcionamiento de la escuela infantil municipal Siete Enanitos, desalojada y cerrada tras el hallazgo de deficiencias estructurales, comienza a ver la luz. Ese trayecto tiene una primera parada con la adaptación del antiguo colegio Antonio Ramos Carratalá como sede provisional del centro, para lo que se acaba de solicitar autorización a la Conselleria de Educación, como había avanzado este diario. Eso sí, no será una adaptación menor: el equipo de gobierno, ahora compuesto por el Partido Popular (PP) en solitario, prevé una inversión de 615.000 euros para poner a punto las instalaciones que llevan cerradas y sin uso durante más de una década, cuando se constató que el edificio -de titularidad municipal- no cumplía los requisitos necesarios para operar como centro de Educación Primaria por lo que respecta a capacidad y accesibilidad, entre otros puntos.
Esa adaptación conlleva la realización de mejoras para comunicar algunas de sus aulas con los baños, así como una reforma en la zona de cocinas, según concretó este martes la edil de Educación y portavoz municipal del PP, Mari Carmen de España. En principio, se prevé que la intervención pueda quedar concluida antes de que finalice 2023, sin que se haya cerrado un plazo definitivo, aunque hasta ahora sí se había anticipado la previsión de que el centro pudiese acoger a los alumnos de Siete Enanitos durante el otoño.
Hasta entonces, los escolares de 0 a 3 años seguirán acudiendo a las aulas prefabricadas instaladas en el recinto de la segunda escuela infantil municipal, Els Xiquets, como ya sucedió en el último tramo del pasado curso. En cualquier caso, no existe aún ninguna previsión definitiva sobre el momento en el que los alumnos de Siete Enanitos puedan regresar a su nueva sede definitiva, comprometida en la misma ubicación que el centro desalojado tras la detección de un hundimiento o deformación del suelo, en la calle Barítono Paco Latorre.
La titular de Educación aseguró este martes que debían elaborarse los estudios previos para abordar la demolición de ese inmueble como segunda fase del proceso de normalización de la escuela infantil. En paralelo, se prevé licitar la redacción del nuevo proyecto, en coordinación con la Concejalía de Urbanismo. En todo caso, la dotación de presupuesto a destinar para sufragar tanto ese trabajo de diseño, como la ejecución posterior de las obras, queda aplazado hasta la elaboración de las cuentas de 2024. De este modo, las obras no comenzarían como mínimo hasta el segundo semestre de ese próximo ejercicio. El resultado: que la puesta en funcionamiento del nuevo centro podría demorarse al menos hasta el curso escolar 2025-2026.
